El secreto de la tumba de Villa seguirá enterrado

**Así lo asegura el historiador y cronista don Adolfo Carrasco.


El secreto de la tumba de Villa seguirá enterrado

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2012, 08:54 am

Por Froilán Meza Rivera

Parral.- El verdadero cadáver de Francisco Villa, que los parralenses saben que se encuentra aquí en el panteón de Dolores y no en el monumento a la Revolución del Distrito Federal, seguirá sin desenterrar mientras esté vivo el ex presidente Luis Echeverría.

Así lo expresó don Adolfo Carrasco, quien fungió como cronista de Parral de 1998 al 2001, quien informó que" cuando un grupo de investigadores excavó la que es conocida aquí como la tumba secreta de Villa", no se pudo llegar al nivel dónde se encuentra el cuerpo. "Es que las presiones eran muchas y muy fuertes, iban y venían las gentes, y nos paraban los trabajos".

Recuerda que el 11 de abril de 2009, mientras se realizaban las excavaciones, llegaron cuatro camiones con estudiantes de un Colegio de Bachilleres de Ciudad Juárez... los traía el guía de turistas Felipe García, y empezaron a filmar y a tomar fotos de los trabajos... y ahí fue cuando le pararon los investigadores".

Se sabe que el Gobierno sólo está esperando que se muera Echeverría, dijo don Adolfo, porque sería una ofensa para el ex presidente enterarse de que le tomaron el pelo cuando ordenó trasladar los restos del general Villa a México, porque los huesos que había en la tumba oficial aquí, eran de una mujer.

En el panteón de Dolores, de Parral, está la tumba de Villa a donde acude la gente a rendir honores y a manifestar sus respetos al revolucionario.

El 18 de noviembre de 1978, cuando la exhumación fue ordenada por Luis Echeverría, estuvieron presentes médicos de la ciudad de Parral, el notario número Uno, Vicente Jaramillo, el empresario de pompas fúnebres don Octavio Cárdenas, varios funcionarios del Ayuntamiento, oficiales y tropa del Ejército Mexicano, el periodista Óscar W. Ching Vega (a quien el presidente había encargado supervisar la operación), y personal del panteón de Dolores, que totalizaron casi 30 individuos. Los doctores señalaron a Óscar W. Ching Vega que "estos restos son de una mujer de entre 40 y 45 años de edad, quien al parecer falleció de cáncer".

El periodista procedió, en contra de todas las evidencias, a llevarse el cuerpo a México para enterrarlo junto con el de Francisco I. Madero. "A mí me ordenaron llevarme esto, esto encontré, y esto me llevo", dijo tajante.