El líder norcoreano llama a la reconciliación con el Sur

**Kim Jong-un ofrece el primer mensaje de Año Nuevo en 19 años. **El joven comandante supremo del hermético régimen promete en el discurso televisado un viraje económico.


El líder norcoreano llama a la reconciliación con el Sur

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2013, 20:52 pm

Arropado en el éxito del lanzamiento, el pasado 12 de diciembre, de un cohete de largo alcance, Kim Jong-un ha sorprendido a propios y extraños con un discurso de Año Nuevo, televisado a la nación, en el que ha llamado a la reconciliación de “todos los compatriotas coreanos en el Norte y en el Sur”.

Así lo informó la agencia surcoreana Yonhap. Tras 19 años de mutismo, Kim Jong-un, que heredó el trono de su padre, Kim Jong-il, tras el súbito fallecimiento de éste en diciembre de 2011, ha retomado la costumbre de su abuelo y fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung, de dirigirse a sus ciudadanos en estas fechas.

En un nuevo signo de apertura, el dirigente del país más aislado del planeta se ha referido a los “grandes programas de reunificación” puestos en marcha por sus predecesores y se ha manifestado a favor de que este siglo marque un hito para la “paz y la prosperidad” de ambos pueblos. La guerra intercoreana (1950-1953) terminó con un armisticio y hasta el momento ambos países se mantienen técnicamente en guerra ya que no se ha firmado un acuerdo de paz.

Kim Jong-un, cuya edad se estima entre los 28 y los 29 años (no existen datos oficiales fiables), ha brindado también una rama de olivo a su castigada población al expresar la necesidad de emprender una reforma agrícola e industrial que acabe con las hambrunas que desde la década de los noventa del pasado siglo azotan al país. “Todas las tareas económicas para este año deben estar orientadas a impulsar un incremento radical en la producción y a estabilizar y mejorar el nivel de vida del pueblo”, ha declarado el líder tras señalar que la agricultura y la industria ligera constituyen los pilares de la “construcción económica de este año”.

China, principal socio y fuente de apoyo del régimen norcoreano, ha tratado en las últimas décadas de impulsar en el vecino país una reforma similar a la que ha convertido a Pekín en la segunda potencia económica mundial. La asunción del poder por el joven Kim fue vista en China con recelo por temor a que no fuese capaz de controlar a la gerontocracia gobernante en el llamado “reino ermitaño” y provocase el hundimiento del régimen. Pero todo apunta a que Kim Jong-un, bajo el firme tutelaje de su tío y hombre fuerte de Pyongyang, Jang Song-taek, está sentando las bases de una reforma que puede cambiar la faz del régimen y del país.

Kim ha señalado como prioridades “la gran causa nacional de reunificar el país” y la “construcción de un gigante económico”
En su discurso, Kim ha señalado como prioridades “la gran causa nacional de reunificar el país” y la “construcción de un gigante económico”.

Kim Jong-il, el denominado Querido líder, rara vez hablaba en público y en Año Nuevo exponía su agenda política a través de un gran artículo en la prensa nacional. El sorprendende discurso de Kim Jong-un es otra muestra más de la rapidez y firmeza con que Jang Song-taek ha emprendido el desmantelamiento de la estructura de poder del difunto líder. En el año transcurrido, Jang -el auténtico “poder en la sombra”, según el diario surcoreano Chosun Ilbo-, ha destituido a todos los que pudieran entorpecer sus planes de gobierno, incluido el jefe del Estado Mayor de la Defensa vicemariscal Ri Yong-ho.

Kim Jong-un, que estudió en Suiza, y su esposa Ri Sol-ju han roto en sus apariciones públicas las estrictas normas sociales norcoreanas con su actitud distendida y abierta. El matrimonio asistió a la actuación de Fin de Año ofrecida por el grupo norcoreano Moranbong Band en Pyongyang, pero los medios oficiales no han ofrecido imágenes de la gala. Ri, de unos 23 años, reapareció el pasado 30 de octubre para asistir a un concierto por el 60º aniversario de la fundación de la Universidad Militar de Kim Il-sung. Ri, que llevaba 50 días de ausencia pública —lo que había desatado toda suerte de rumores sobre su eventual caída en desgracia—, vestía un elegante abrigo beige que dejaba traslucir una cierta redondez de su cuerpo, por lo que no se descarta que esté embarazada. Esto justificaría, según los antiguos cánones confucianos que gobiernan la tradición coreana, su retirada de la vida pública.