El horror nuestro de cada día (CLXXV)

MI CASA EN LA CALLE MORELOS: SOMBRAS PEGADAS A LAS PAREDES


El horror nuestro de cada día (CLXXV)

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2014, 22:56 pm

Por Froilán Meza Rivera

Cuando los estudiantes empezaron a usar esta casa en la calle Morelos, se manifestaron diversas cosas extrañas. Objetos que se movían, que se caían, muebles que cambiaban de lugar sin que ninguna mano visible las moviera.

Se escuchaban risas burlonas, y hubo sucesos extraños que aterraron a los moradores, al grado de que más de uno salió corriendo.

Los estudiantes que la dueña albergaba y a los que brindaba asistencia, volvían solamente, si acaso, a recoger sus pertenencias después de un susto de ésos.

Fue casa de asistencia de estudiantes, y ellos dejaron testimonio de los que sufrieron.

Carlos Mirabel y Luis Santacruz, quienes hace diez años eran estudiantes de Medicina y hoy son médicos, dieron su testimonio de lo que sucedió ahí.

Según Mirabel, había imágenes que corrían pegadas a las paredes como sombras, pero que nunca se despegaban.

Tal vez Carlos Mirabel está refiriendo otro tipo de fenómenos, porque Luis Santacruz asegura que las imágenes como sombras, se cruzaban a veces con la gente por las escalinatas, en la forma de cuerpos de tres dimensiones.

Además, se escuchaba el sonido de pasos y algo similar a como si arrastraran cadenas.

“Nos tapábamos los ojos para no ver, y la cabeza, nos tapábamos hasta las orejas con las sábanas y no nos levantábamos ya para nada, si teníamos suerte de quedar dormidos después del susto”.

Y es que los espectros llegaban hasta la misma cama, y envolvían a los inquilinos con sus risas burlonas.

Ahorita, ya tiene cinco años abandonada la casona, porque hasta la fecha nadie la ha vuelto a rentar, nadie se atreve a desafiar el maleficio que los vecinos han extendido como un rumor que corre y que se cuenta con terror.

Es la única casa de tres pisos en el vecindario, es muy notable por su porte y su alzada, pero lo curioso es que nadie llega con la dueña a preguntar por ella.

“Será por el rumor”.

“No, yo no creo que sea por el rumor, porque hay incluso hasta empresas de fuera, con base en Monterrey, el De Efe y Torreón, que tienen encomendado a las inmobiliarias locales que les consigan un local corporativo, y qué mejor que esta casona amplia y soleada”.

“Ha de ser algo más, a mí se me figura que este tipo de edificios crea un halo que los envuelve y que avisa a todos los seres vivos que deben alejarse”.

Tal vez.