El cáncer tiene ya crecimiento epidémico

**El aumento en número de casos se debe, en parte, a los avances en el diagnóstico, pero “a la vez hay una curva ascendente de mexicanos en mayor riesgo porque fumamos, no hacemos ejercicio, desarrollamos diabetes, obesidad"...


El cáncer tiene ya crecimiento epidémico

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2013, 00:59 am

Laura Vargas-Parada / El Economista

En algún momento de su vida, uno de cada tres mexicanos recibirá un diagnóstico de cáncer. “En México, el cáncer es la tercera causa de muerte y su patrón de crecimiento se ha vuelto epidémico”, dice Alejandro Mohar Betancourt, director general del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).

El aumento en el número de casos se debe, en parte, a los avances en la capacidad de diagnóstico, pero “a la vez hay una curva ascendente de mexicanos en mayor riesgo porque fumamos, no hacemos ejercicio, desarrollamos diabetes, obesidad, la población está envejeciendo y todo eso aumenta las probabilidades de desarrollar un tumor maligno”, informa Mohar, especialista en patología y epidemiología.

Para lograr una estrategia integral nacional contra el cáncer en general y contra el cáncer de mama en particular, se han identificado cuatro grandes retos. El día de ayer hablamos sobre el primero de ellos: la detección temprana. El segundo y tercer reto, de los cuales hablaremos aquí, sorprenden por su obviedad y preocupan por su impacto en las políticas públicas de salud.

SEGUNDO RETO: INFORMACIÓN PUNTUAL Y CONFIABLE

A primera vista parece increíble, pero los expertos coinciden en señalar que en nuestro país no existe un registro poblacional que permita establecer la verdadera incidencia y prevalencia del cáncer.

“El único registro que teníamos era el hospitalario, que desapareció hace siete años. Ahora, a través de los datos de mortalidad, agencias internacionales nos dicen cuántos casos de cáncer piensan que podría haber en México, en lugar de que nosotros hagamos un esfuerzo para conocer el problema”, comenta el Dr. Mohar y añade: “Determinar la incidencia del cáncer debe ser una prioridad que resulte de un esfuerzo conjunto a nivel federal y estatal”.

¿Por qué es importante conocer esta información? “Porque sin un registro de pacientes oncológicos confiable no es posible comprender las características propias de esta enfermedad en la población mexicana”, explica Alfonso León del Río, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM. “Hay la idea de que los pacientes desarrollan cáncer de mama a menor edad que en EUA, pero no podemos saber si esto es una tendencia real o si sólo se trata de una población particular que vemos llegar a los Institutos Nacionales de Salud”, dice el Dr. León del Río, quien también es uno de los coordinadores del Programa de Investigación Biomédica en Cáncer de Mama.

Como en todo problema, la información es clave para poder tomar decisiones informadas. Y esta información deriva del trabajo conjunto de autoridades, médicos, investigadores y organizaciones no gubernamentales.

Parte del dilema radica en la falta de comunicación que existe entre los diversos actores del Sistema Nacional de Salud, lo que resulta en duplicación de esfuerzos, disposición ineficiente de recursos, subutilización de equipos, mayores gastos al enfrentar la compra de medicamentos e insumos como entidades independientes, lo que disminuye la capacidad de negociación, etc. En pocas palabras, hace falta coordinación para integrar esfuerzos y favorecer la colaboración.

TERCER RETO: COORDINACIÓN, COORDINACIÓN, COORDINACIÓN

En el 2011, la Asociación Mexicana contra el Cáncer de Mama AC (Cim*ab) presentó el reporte Disparidades al descubierto: un estudio comparado sobre políticas de cáncer de mama en América Latina realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública a petición de la Asociación. El estudio, de tipo cualitativo, comparó las políticas públicas para el control del cáncer de mama en México, Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela.

“El primer reto es articular la participación de instituciones públicas”, escriben Gustavo Nigenda y colaboradores. “México, Venezuela y Argentina tienen sistemas de salud segmentados, ya que diferentes instituciones (Ministerio de Salud, Seguridad Social, etc.) cubren distintos grupos de población, lo cual implica un reto más al tratar de articular acciones coordinadas, en particular la prestación de servicios”.

A eso hay que sumarle los conflictos que a menudo derivan entre la atención federal y la estatal. La segmentación afecta la estandarización de procesos y tratamientos. “Hay mastógrafos subutilizados, falta de personal entrenado para la interpretación, falta de insumos para hacer funcionar los equipos y falta de redes para acceder a otros expertos que puedan ayudar con la interpretación”, dice Bertha Aguilar de García, presidenta y socia fundadora de Cim*ab. “Mientras siga de esa manera, es muy difícil trabajar como sociedad civil y obtener resultados, pues las iniciativas en algún momento se ven truncadas”.

Una de las preocupaciones de Aguilar, quien hace 14 años se enfrentó al cáncer de mama, es que los servicios oncológicos en todo el país se estandaricen para que el lugar de residencia no sea un factor que influya en la supervivencia del paciente.

De acuerdo a los autores del estudio del 2011, la existencia de una institución rectora “parece ser un paso importante en el diseño, formulación y ejecución de una política coherente de combate al cáncer, particularmente en relación al cáncer de mama”.

En opinión del Dr. Mohar, en México se requiere un órgano rector que coordine la colaboración entre las instituciones públicas y que formule y ejecute las políticas públicas. “Con el ISSSTE, con el IMSSS, todos nos conocemos y nos llevamos muy bien como médicos, pero no se da la interacción necesaria para organizarnos, por ejemplo, para homogeneizar tratamientos y reducir costos, simplemente no sucede”.

La coordinación adecuada del sistema de salud permitiría también llevar a cabo los estudios que se requieren para comprender mejor las bases epidemiológicas, clínicas y básicas de la enfermedad por cáncer de mama, incluyendo datos tan fundamentales como conocer cuál es la incidencia del cáncer a nivel local, estatal y nacional.