El Peñón de Ocampo: lugar de apaches y de bandidos

**Sitio histórico en el norte del municipio de Chihuahua, donde se emboscaban bandidos durante el tiempo de la Colonia española.

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2011, 14:08 pm

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- Lugar de apaches, de bandidos emboscados y de leyendas, el Peñón de Ocampo, o Las Peñas, como también se le conoce, es una masa rocosa muy sobresaliente en esta parte del norte del municipio de Chihuahua.

Situado en el camino de Colonia Ocampo a la Presa San Marcos, el Peñón es una tema siempre de conversación entre los lugareños. En la misma sierrita que se conoce como Cerros de Murga, se levanta esta pared inmensa, chata y circular, que se destaca solitaria por encima de los lugares donde pastan rebaños de chivos y de borregos. La roca está a unos 3 kilómetros antes de la presa.

En la base de este mismo cerro del peñón, en varias cuevas naturales que fueron utilizadas en la antigüedad como vivienda por los primitivos pobladores indígenas, se alberga ahora al ganado durante la noche en su uso actual de pesebres. El Peñón está en terrenos de la vieja Hacienda del Torreón, que abarcaba 56 mil hectáreas que en la actualidad están divididas entre propietarios privados y el ejido Ocampo.

En la cara Poniente, junto al camino a la presa, está colocada una cruz de cantera rosa -dice la gente que es de la misma variedad de cantera con la que fabricaron los marcos del casco de la Hacienda del Torreón-. Era la antigua costumbre de poner símbolos divinos para ahuyentar los malos espíritus: en este caso, la gente atribuye al Peñón haber sido lugar en donde se emboscaban bandidos que asaltaban a los transeúntes, y no faltan leyendas de aparecidos y aun de brujas y nahuales que tenían su morada en el lugar.

CULTURAS PREHISPÁNICAS

Pero fuera de las leyendas, en la base del cerro se pueden encontrar en la actualidad vestigios de la ocupación de las tribus seminómadas que habitaban la región centro-sur del estado: puntas de flecha, metates, restos de herramientas de piedra y pinturas rupestres en rojo y negro que ya se borraron pero que la gente guarda en la memoria y que se conocían como “las pinturas de indios”. No se sabe si quienes las fabricaron fueron apaches, o si se trataba de los grupos de indios conchos que vivieron en tiempos de la llegada de los españoles a éste, su territorio. Lo que es indudable es que son herramientas de piedra cuyas técnicas de manufactura son anteriores a la Conquista europea de Chihuahua. Se trata de varias piezas de cristales de cuarzo, como jaspe y calcedonia, que o bien sirvieron con un propósito específico, o son fragmentos sobrantes de un proceso de manufactura de otras herramientas, posiblemente raspaderas o cuchillos.

Hay referencias de que El Torreón y sus inmediaciones fueron escenarios de batallas y escaramuzas con los apaches. Los primeros registros que se tienen de esta hacienda datan de 1778, año en que José Antonio de Ibarren, entonces propietario, reportó una agresión por parte de los "indios bárbaros", como les llamaban entonces sus enemigos, quienes la habían hecho blanco constante de ataques.

La hacienda perteneció después a Porras y Guaspe, y posteriormente, en 1898, fue adquirida por Luis Terrazas de manos de Jesús Corral.

La presa San Marcos fue construida en 1905, a instancias de Terrazas. Esta obra de ingeniería hidráulica se encuentra situada sobre la confluencia del arroyo San Isidro, que más hacia el oriente vierte sus aguas en el arroyo Majalca, que a partir de aquí se llama río Sacramento y con ese nombre se le conoce en la capital del estado.

¿CÓMO LLEGAR?

Para llegar acá, se parte de la ciudad de Chihuahua por la carretera federal 45, y ya sea que venga usted por las Curvas del Perico o por la autopista de cuota, a 500 metros de la caseta de cobro debe tomar, a mano izquierda, el camino de tierra que lleva al Parque Nacional Cumbres de Majalca. Recorra 3 kilómetros y medio en esa dirección, y verá la desviación a la izquierda que le llevará a Colonia Ocampo y a la Presa San Marcos. Recorrerá usted otros 5 kilómetros hasta el poblado de Ocampo, y pasado éste, se sigue por la brecha 9 kilómetros hacia el poniente hasta el Peñón, y otros tres kilómetros más hasta la presa.

(Enero 21, 2011)