El Partido de Estado ya está de regreso

Por Alejandro Salmón Aguilera


El Partido de Estado ya está de regreso

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2013, 23:33 pm

El Partido de Estado volvió con todo y, como se ven las cosas, regresó para quedarse.

La sesión del Consejo General del Instituto Estatal Electoral (IEE) celebrada el sábado pasado dejó a no pocos con la idea de que murió el régimen de partidos políticos, y en su lugar quedó una enorme red de complicidades en las que una serie de partidos precarios se arriman al PRI para ver qué puesto de elección o de designación les cae por ahí para acomodar a algún incondicional o a algún familiar.

La representante del PRI ante el órgano electoral no pudo ser más elocuente, cuando se dirigía a sus homólogos de otros partidos: “amigos todos, aliados, la mayoría”. Para ser exactos, de los siete partidos representados ante el IEE, sólo el PAN rechazó hacer coaliciones o diputaciones comunes con el PRI, pero hay casos que invitan a la pena ajena, como el del PRD, que va hasta la última instancia en los tribunales electorales y hace valer un documento extemporáneo y “mocho” para poder subirse a las candidaturas priístas.

Lo que vimos el sábado fue una muestra de que no existen más los partidos políticos, sino una amalgama reunida en torno a un jefe de Estado, si vale decirlo así, ya que Chihuahua no es un Estado soberano.

Los discursos pronunciados rayan en lo idílico, como el de Rubén Aguilar, el dueño del Partido del Trabajo y de una curul en el Congreso del Estado, como quién llegó al extremo de decir que en Europa “así se hacen las cosas”. de Según el sempiterno diputado Aguilar, en Europa se acostumbra que no haya disputa entre partidos: que entre todos se pongan de acuerdo en torno a un candidato y luego van a elecciones sólo para cumplir un formulismo. Nada más alejado de la realidad.

En Europa, la mayoría de los partidos, salvo una coalición de coyuntura, compiten por separado y, una vez definidas sus representaciones en el parlamento, decidan aliarse para formar gobierno.

Eso es muy diferente a la claudicación que están haciendo partidos que se supone, tienen causas qué defender y agendas por cumplir. Ahí está el PRD ¿qué no impugnó la elección de Enrique Peña Nieto como presidente de la República hace no más de un año? Y ahora nos salen con que es mejor ir todos juntitos de la mano. El PT anduvo en las mismas: también desconoció a Peña Nieto y ahora festina que no haya contienda en las elecciones.

El PANAL ya claudicó de su férrea oposición a la reforma educativa, cuando apenas en enero hasta promovía amparos; del PVEM, ni para qué hablar: su lucha ecologista no va más allá de prohibir las corridas de toros. El PAN está hecho un remedo de lo que llegó a ser en la década de los 90as, cuando ganó cinco elecciones gubernamentales y la Presidencial (el año 2000 es el último de esa década) pero al menos hay que decir que César Jáuregui, su representante, le puso algo de dignidad a una sesión donde, en la práctica, se terminó con el Estado de partidos y se volvió al de Partido de Estados.