El PRI ya hizo millonarios a los micro-partidos

Por: Alejandro Salmón Aguilera / Ahoramismo.com.mx

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2013, 09:33 am

Una parte del priismo está molesta y con razón. Las coaliciones poco explicables que signó su dirigencia estatal con partidos de poca monta, especialmente el PT y el PVEM, lo convirtieron prácticamente en un limosnero de recursos públicos y, para efectos estadísticos, en una lejana segunda fuerza política en el estado.

El haber entregado la mitad de su votación al PT en los ocho distritos que contendió como la coalición “Unidos por más progreso”; el 58 por ciento al PNA y el 40 por ciento al PVEM en la llamada “Unidos por más seguridad”, dejó al PRI en segundo lugar de la votación, con casi el 20 por ciento del total.

Militantes priistas que se han comunicado con esta columna aún piden una explicación del por qué se hicieron esas coaliciones tan ventajosas para partidos cuya votación históricas les daba, a duras penas, para mantener el registro, las prerrogativas y una o dos diputaciones.

¿Por qué El Partido regaló su votación? Se preguntan priistas quienes, apegados a su disciplina partidista, piden que se les mantenga en el anonimato pero afirman que, como ellos, hay otros miles de militantes y simpatizantes tricolores que echan tiros de coraje por tan dadivoso convenio con partidos prácticamente familiares.

Cómo no van a estar enojados, si el partido que se dijo ganador absoluto y hasta adelantó un “carro completo” a las 19:00 horas del domingo 7 de julio, en los hechos, se quedará con sólo el 20.6 por ciento de la votación. ¿Eso qué significa? Que recibirá mucho menos dinero por concepto de prerrogativas durate los próximos tres años. No sólo eso: percibirá casi la mitad de lo que se le dará al PAN, pese a que éste ganó apenas cuatro distritos pero, como contendió en solitario, que quedó para sí mismo su 38.3 de votación.

En cambio, un partido como el PT, que por cuenta propia obtuvo apenas el 1.8 por ciento de los votos, tendrá el 9.9 por ciento de la votación y, por consiguiente, de las prerrogativas, gracias al dadivoso convenio que firmó con el PRI.

El Verde Ecologista, que ha dejado en claro su carácter de partido familiar, y que sólo en dos ocasiones ha logrado superar los dos puntos porcentuales de votación para obtener el registro estatal, ahora es un nuevo rico político, con el 9.4 por ciento de una votación que no ganó en las urnas.

A la fecha, nadie puede explicar de manera convincente cual fue la ganancia del PRI en todo esto: ¿un carro completo disfrazado? Tal vez, pero no puede olvidar que, a final de cuentas, son diputados de partidos distintos y que en cualquier momento le pueden poner precio a su voto “calificado”. ¿Acorralar al PAN? Podría ser, pero ya lo dejaron como el millonario entre la lista de los partidos.

A ver quién lo explica, y no sólo a los medios de comunicación o a los priistas inconformes, sino a los electores que acudieron espontáneamente a votar por el PRI y ahora se enteran que su papeleta sirvió para que otros se llenaran las bolsas de dinero público.