El Chapo: extradición e impunidad

**Si deportan a El Chapo, aquí se quedarán las víctimas de “la guerra”: esperando a que se les haga justicia a, al menos, una parte de los 50 mil asesinados.


El Chapo: extradición e impunidad

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2014, 22:42 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

No habían pasado ni 12 horas después de que las autoridades mexicanas habían detenido a Joaquín “El Chapo” Guzmán, cuando al menos ocho jueces estadounidenses ya estaban pidiendo la extradición del jefe del Cártel de Sinaloa y hombre más buscado del mundo, según el FBI.

El representante Michael McCaul, presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, dijo a CNN que “lo mejor para México” es extraditar al Chapo Guzmán dado el antecedente de que ya estuvo preso alguna vez y escapó de una cárcel de alta seguridad.

“… hay una historia ahí. Escapó de prisión en 2001. Hay corrupción en ese país. Pediría que los mexicanos consideraran extraditarlo a Estados Unidos donde podría ser puesto en una prisión ‘supermax” bajo estricta seguridad, de donde no puede escapar y donde sea llevado a justicia con una sentencia a cadena perpetua”, dijo McCaul , según información de CNN México.

No le falta razón al congresista, pero tampoco está completo su ángulo de visión. Es cierto que hubo una enorme corrupción de una parte de las autoridades mexicanas para que El Chapo lograra salir de la cárcel de Puente Grande, a la cual se le conoce como “Puerta Grande” después de aquel 3 de enero del 2001, cuando Guzmán salió sin mayores dificultades.

Pero también es cierto que los ocho jueces que piden la presencia de Guzmán Loera para procesarlo, le tienen preparados cargos relacionados con el tráfico de drogas, y nada más. Es decir, que en caso de ser extraditado, no respondería por la parte que le corresponde de una guerra entre cárteles de la droga que dejó 50 mil muertos—por lo menos—en un lapso de tres años.

Esa ha sido la historia de las extradiciones de otros presuntos jefes de zona de cárteles mexicanos que han sido entregados a las autoridades estadounidenses: allá responden por delitos de narcotráfico, pero nunca vuelven a México a ser juzgados por los homicidios ordenados o cometidos por ellos, personalmente.

Eso ocurrió con José Antonio Acosta, alias “El Diego”, detenido en el año 2012 como presunto lugarteniente de la organización “La Línea”. Autoridades de Chihuahua le atribuían a ese expolicía estatal la autoría intelectual de algunas de las masacres más traumáticas que vivió el estado durante los cuatro años más cruentos de la guerra entre cárteles.

Desde el homicidio del periodista Armando Rodríguez hasta la masacre de jóvenes preparatorianos en Villas de Salvárcar: todo era autoría de “El Diego”, según lo repetía la entonces procuradora Patricia González Rodríguez.

Por el estilo estuvo el caso de Noel Salgueiro, presunto jefe de plaza del Cártel de Sinaloa. A él le atribuían decenas de actos violentos, “levantones”, homicidios y hasta aquella toma del poblado de Creel que fue captado por las cámaras del Gobierno del Estado.

¿Qué pasó con ambos? Están en los Estados Unidos, respondiendo por cargos de narcotráfico, donde nunca comparecerán por los miles de crímenes que cometieron en México. Eso mismo pasará si deportan a El Chapo: aquí se quedarán las víctimas de “la guerra”: esperando a que se les haga justicia a, al menos, una parte de los 50 mil asesinados durante el sexenio del presidente Felipe Calderón.