Disturbios en Santiago en una manifestación estudiantil

Quemados dos autobuses urbanos en la protesta a favor de una educación pública de calidad


Disturbios en Santiago en una manifestación estudiantil

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2012, 19:24 pm

Una manifestación convocada por los estudiantes de Secundaria y universitarios chilenos que no había sido autorizada por las autoridades del Gobierno de Sebastián Piñera culminó este miércoles con disturbios violentos en el centro de Santiago, tres autobuses del transporte público quemados, comercios apedreados y recriminaciones cruzadas entre los dirigentes y el Ejecutivo.

Los desmanes comenzaron cuando la policía intentó disolver con carros lanzaaguas y lanzagases a los estudiantes que pretendían marchar por la Alameda, pese a que la Intendencia de Santiago, la máxima autoridad regional, había negado el permiso necesario para utilizar la principal avenida de la capital chilena. La jefa metropolitana, Cecilia Pérez, había justificado la negativa en que no quería que se repitieran los disturbios de la marcha del 28 de junio pasado, por lo que había propuesto otros dos recorridos alternativos, que fueron rechazados por los jóvenes.

Luego de la intervención policial, y tras el enfrentamiento con los estudiantes, un grupo de encapuchados quemó tres autobuses del transporte público. Los vándalos también hicieron barricadas, destruyeron mobiliario público y privado, y apedrearon el hospital de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el edificio de la Telefónica.

El portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick, condenó la violencia y responsabilizó a los líderes juveniles de los disturbios. “Los dirigentes estudiantiles que convocan a estas marchas ilegales y no autorizadas saben perfectamente los efectos que se van a producir. Ellos saben que están llamando y abriendo las puertas al vandalismo y la delincuencia, que se van a producir actos violentos, alteraciones y faltas de respeto a la vida de las personas y producir daño a la gente que trabaja. No pueden eximirse de la responsabilidad que tienen en estas convocatorias”, indicó el secretario de Estado.

“¿Hasta cuándo vamos a tener que tolerar, soportar y permitir que un grupo de dirigentes se sienta sobre la ley y llame a marchas no autorizadas, inste a la toma de liceos y colegios o amenace con un mes de agosto violento?”, agregó el ministro.

Los dirigentes estudiantiles, que rechazaron las palabras del portavoz del Ejecutivo, manifestaron sus dudas con respecto a la autoría de los ataques incendiarios contra los autobuses. “Esto es un montaje del Estado, porque no sabemos quiénes son los encapuchados ni quiénes inician esto y conocemos que hay infiltrados de carabineros que intervienen en las manifestaciones”, dijo a CNN Chile la portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), Eloísa González.

Los jóvenes piden que se acabe con el sistema impuesto durante la dictadura de Augusto Pinochet, que redujo la participación del Estado en la educación, y exigen un nuevo modelo público, gratuito y de calidad. La manifestación fue convocada por la “nula respuesta” por parte del Gobierno a las demandas educacionales planteadas desde 2011 y en rechazo a la llamada ley Hinzpeter, una iniciativa legal que pretende sancionar con mayor dureza a los encapuchados y que, según el movimiento estudiantil, pretende debilitar las manifestaciones sociales.

La última gran marcha, la tercera de este año organizada por la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), congregó el 28 de junio a más de 100.000 personas en la capital chilena. La protesta del miércoles, según cálculos de la policía, reunió a unos 5.000 estudiantes en la Alameda.