Distrito IX: Si no le quieren decir “foco rojo”, cámbienle de color, pero atiéndanlo

**Las cifras oficiales y los hechos ocurridos en los últimos meses no dejan la menor duda del riesgo existente en la Sierra para el desarrollo de la elección del próximo 7 de junio.


Distrito IX: Si no le quieren decir “foco rojo”, cámbienle de color, pero atiéndanlo

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2015, 23:22 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

El Gobierno lo niega; el partido en el poder, también, por supuesto. Las autoridades electorales hacen como que el asunto no tiene mayor importancia, pero las cifras oficiales y los hechos ocurridos en los últimos meses no dejan la menor duda del riesgo existente en la zona serrana para el desarrollo de la elección federal del próximo 7 de junio.

El documento Tipología de los Distritos Electorales, realizado por el entonces Instituto Federal Electoral (IFE), actualmente Instituto Nacional Electoral, puso en dedo en la llaga, acaso sin proponérselo, de que el distrito IX con cabecera en Hidalgo del Parral es el más complejo de todo el país.

Así lo dice el estudio: “complejo”. En el fino lenguaje de la burocracia electoral, se cuidó usar términos como “riesgo”, “alto riesgo” o “foco rojo”, éste último, utilizado incluso para calificar condiciones de inseguridad en determinadas zonas del país o de los estados.

Lo que el informe dice es algo que tal vez ya sabíamos pero no lo habíamos contemplado: El IX de Parral es un distrito en cuya extensión caben los estados de Aguascalientes; Colima; Tlaxcala y el Distrito Federal…y sobra terreno.

El problema es que no está situado sobre una cómoda planicie como la de Aguascalinetes, ni tiene salidas naturales de comunicación, como los puertos marinos de Colima, o está a la vera de una autopista que representa la columna vertebral entre el centro del país y la costa del Golfo de México, como el caso de Tlaxcala.

Este IX Distrito nuestro se compone de 27 municipios enclavados en la zona más escarpada del estado, donde lo mismo se encuentran los valles más profundos que la cima más alta, como lo es el cerro del Mohinora.

A la lejanía y lo escarpado del terreno se suma el hecho de que ahí se encuentran algunos de los municipios más pobres del país, como Batopilas y Morelos, y otros más cuya marginalidad no desentona frente a la de los estados menos desarrollados del país.

Si a eso se agrega que la “punta” izquierda—visto de frente—del distrito es el llamado “Triángulo dorado de la droga”, entonces el dato de riesgo aumenta de tono. Este último no está contemplado en el estudio del IFE-INE, pero los sucesos ocurridos en meses próximo pasados nos dejan ver el grado de complejidad y lo conflictivo que puede esa zona.

Bien vale recordar que fue ahí donde hubo un enfrentamiento entre bandas rivales dedicadas a la producción y tráfico de drogas en noviembre del año pasado, cuyo saldo fue de 11 víctimas; también fue ahí, en esa zona, donde tres policías municipales fueron asesindos y calcinados o, más recientemente, fue el lugar donde se encontraron dos células delictivas para delinear territorios, en un malogrado encuentro donde terminaron muertos cuatro de ellos, esto según el comunicado enviado por la Fiscalía General del Estado.

Esos datos nos avisan de lo difícil que será el traslado de paquetes electorales, de ida y de vuelta; el resguardo de los mismos, una vez entregados a las Asambleas Municipales y hasta la integridad de las personas que fungirán como funcionarios y como representantes de casilla.

No poner ojos en el tema y manos en la obra sería una omisión que bien podría alterar el resulado de la elección o, lo que es más, alterar el orden público, el frágil orden público que hay en esa zona. No le digamos “foco rojo” ni “zona de riesgo”, frases que molestan a cualquier autoridad, incluida la electoral; díganle como quieran, pero atiendan las necesidades de funcionarios y electores para poder ir a votar en paz…si es que van.