Después de mes y medio de escándalos en las cárceles, le dan un premio a Chihuahua

**La ACA debería explicar si certifica el correcto manejo del sistema penitenciario, o sólo el hecho de que ya no se hayan presentado masacres en las cárceles.


Después de mes y medio de escándalos en las cárceles, le dan un premio a Chihuahua

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2015, 12:51 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

La agrupación American Correctional Association (ACA) debería de explicarnos qué es exactamente lo que califica cuando premia a los gobiernos, en este caso el de Chihuahua, por el manejo de sus centros de reinserción social, las cárceles, para llamarles por la categoría que les ha puesto el propio gobernador del estado, César Duarte Jáquez.

Este lunes, el gobernador de Chihuahua recibió la presea “Águila Dorada” que otorga la ACA, por la operación y administración de los reclusorios de la entidad.

El gobernador viajó hasta Long Beach, California, cierto, una distancia mucho mayor a la que han hecho recorrer a decenas de familiares que un día de estos amanecieron con la noticia de que “su” preso había sido enviado a una cárcel ubicada en Juárez, en Chihuahua o más lejos aún: en Guachochi.

Debería ACA explicarnos a qué le llama cumplir satisfactoriamente todos los procesos y estándares de acreditación” cunado el CERESO número 1 ubicado en Aquiles Serdán, municipio vecino a la capital, acaba de ser el escenario de un escándalo de alcances nacionales, como lo fue el asesinato de José Enrique Zavala, alias “El Wicked”, presunto -sí, presunto, porque nunca fue llevado a juicio- homicida de la activista Marisela Escobedo Ortiz.

El “Wicked”, quien ganó notoriedad desde que fue aprehendido y presentado como el autor del homicidio en perjuicio de Marisela Escobedo, porque su media filiación no correspondía con el retrato hablado que dio el único testigo del crimen, falleció el día 31 de diciembre, según las autoridades del penal, por cierto, también certificado.

La explicación sobre el asesinado del célebre multihomicida fueron de lo sublime a lo ridículo, pues primero anunciaron que amaneció muerto, víctima de un “infarto fulminante” y después resultó que había sido asesinado por su propio compañero de celda, Jaime Noel Cuevas “El Jimy”.

En este mismo espacio cuestionamos el hecho mismo de que El Wicked y El Jimy estuvieran en la misma celda, pues el primero había denunciado al segundo y atestiguado en su contra. Nos preguntamos, y la pregunta sigue en el aire, de cómo es que ACA certifica un manejo así de las prisiones, donde un delincuente tiene por compañero de celda a otro que lo ve como el “dedo” que lo denunció.

Hace apenas un mes, el sistema penitenciario del estado se colocó otra vez en entredicho, cuando “repartió” a 270 adolescentes infractores en centros penitenciarios ubicados a cientos de kilómetros de sus lugares de residencia. Familias de esos jóvenes han promovido amparos contra la medida, y han denunciado que algunos de los trasladados tenían notorias huellas de tortura.

Es decir, que el sistema penitenciario de Chihuahua se permite mover a los reos sin observar el precepto constitucional de permitirles su permanencia a una distancia razonable del lugar de residencia de sus familias.

A todo lo anterior habrá que sumar el hecho de que sólo el CERESO de Chihuahua tiene un sistema para inhibir llamadas de teléfono celular, lo cual permitiría las operaciones de redes delincuenciales

Con todo esto, la ACA debería explicar si certifica el correcto manejo del sistema penitenciario, o sólo el hecho de que ya no se hayan presentado masacres en las cárceles de Chihuahua y Juárez.