Denuncian secuestros de sacerdotes en la Sierra de Chihuahua

**No son recientes. El mismo arzobispo Constancio Miranda fue amenazado de que no debía viajar a Batopilas, y suspendió un vuelo en avioneta.


Denuncian secuestros de sacerdotes en la Sierra de Chihuahua

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2014, 13:09 pm

Dos sacerdotes estuvieron secuestrados de ocho a 10 días en una casa, amarrados y con los ojos y boca cubiertos. Fue hasta el cuarto día cuando los dejaron comer.

Chihuahua, Chih.- Los grupos criminales que operan en la sierra han secuestrado sacerdortes. Se supo de un incidente que involucró a dos clérigos, quienes durante ocho a 10 días, estuvieron amenazados de muerte y les destruyeron hostias, copones, vinateras y otras pertenencias de su maleta de sacristía.

Así lo informó ayer el padre Fernando Legarreta Huerta, director diocesano de Misiones.

En rueda de prensa, informó que en días pasados participó en un retiro espiritual con 26 sacerdotes de la Tarahumara y escuchó los testimonios de los afectados, los cuales no podía creer y le hicieron ver que no sólo es necesario pedir por las vocaciones, sino también por la fortaleza de quienes ya ejercen.

Precisó que el secuestro de los sacerdotes, de los cuales no proporcionó los nombres, no es reciente y en su momento, por esa razón, fue necesario suspender una ceremonia de confirmación de niños en el municipio de Batopilas, la cual iba a presidir el arzobispo.

Informó que los sacerdotes estuvieron secuestrados de ocho a 10 días en una casa, amarrados y con los ojos y boca cubiertos. Fue hasta el cuarto día cuando los dejaron comer.

“Yo no podía creer el testimonio”, recalcó Fernando Legarreta y añadió que le ofreció a uno de ellos buscarlo para mostrar su caso en Notidiócesis, pero con el enfoque de orar por ellos y que nos demos cuenta que no sólo es pedir por las vocaciones, sino también que se fortalezcan los que ya están y mostrarles que estamos con ellos.

Según el testimonio, los hechos se presentaron cuando se dirigían a una comunidad a bordo de una camioneta, pero fueron interceptados por grupos que se dedican a hacer el mal y lo obligaron a detener la unidades y bajar de ella y aunque les gritaban que era cura e iban a impartir los sacramentos, no les importó eso y empezaron a destruir todo lo que llevaban en su maleta de sacristía y todos los utensilios para la misa.

Un día antes de ser liberados estaba prevista una confirmación en Batopilas, para lo cual el obispo iba a volar en avioneta de Guachochi a ese lugar, pero los delincuentes le permitieron avisar al clérigo que no hiciera el viaje, porque el camino estaba con dificultad para aterrizar y que le indicaría cuándo poder hacerlo.

El jerarca dijo que estaba bien, pero no se enteró en ese momento que realmente el cura estaba secuestrado.

Fernando Legarreta dijo que una experiencia como ésa realmente lo estremeció y pensó que él trabaja en la ciudad de Chihuahua con los tarahumares, con carencias por las distancias que hay entre un asentamiento a otro, pero en realidad, ahora sabe que está en la gloria respecto a lo que viven los padres que están en la sierra.