"Deberían estar ’arrestados’ 436 diputados, mínimo”: ex acalde

**El legislador, que trabajó como jefe de escoltas de los dos sexenios panistas, explica cómo su formación militar lo ha ayudado en su desempeño en San Lázaro


La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2015, 10:00 am

En la 63 Legislatura hay un diputado federal con formación militar, el priista Carlos Sarabia Camacho, quien encontró su vocación política tras dedicarse seis años y medio a proteger la integridad física del ex presidente Vicente Fox; pasó de ser jefe de sus escoltas a obtener una curul en San Lázaro, y aseguró que su formación castrense lo ha diferenciado del resto de los congresistas.

Sarabia Camacho participó en un segundo sexenio panista como coordinador de seguridad de Felipe Calderón; posteriormente, fungió como presidente municipal de Pinotepa Nacional, Oaxaca, donde se dio a conocer con el respaldo de la fundación que lleva su nombre.

Actualmente Sarabia es secretario de la Comisión de Defensa Nacional, donde, asegura, se trabaja en un código de justicia militar, "para que cuando actúen en funciones de policías se les juzgue bien, porque eso es cuestión del Congreso", al calificar de injusta la manera en que se llevan los procesos.

¿Cómo rebasa el ambiente militar después pasar por los diferentes escalafones, hasta llegar a este punto, como diputado?

Es un rollo llegar al Estado Mayor Presidencial, es un organismo técnico militar que sirve directamente al Presidente. En 1993, que ascendí a teniente, se solicitaron oficiales de Caballería a la Sedena, y como yo era uno de los primero lugares de mi generación, me mandaron. Así llegué, sin recomendación y producto del esfuerzo, no del privilegio.

¿En qué sexenios trabajó?

Cuando llego de teniente, me capacitan. Pasa el tema de Luis Donaldo Colosio, gana Ernesto Zedillo, y me hacen jefe de escolta de Óscar Espinoza, el último regente de la Ciudad de México.

En 1997 asciendo a capitán segundo y en 2000 voy a promoción. De los capitanes segundos, que ya éramos primeros en el Estado Mayor, yo saqué el primer lugar. Ahí fue cuando me nombran jefe de la escolta de Vicente Fox y gana las elecciones. Todos creíamos que nos iba a ir mal, porque era otro partido, el PAN, pero afortunadamente me fue muy bien.

Tuve la oportunidad de trabajar seis años y medio con el ex presidente Fox, viajé a 32 países. Nunca había salido a una ciudad extranjera, ni a Estados Unidos. Nos ayudaron a sacar nuestro pasaporte, la visa; fue una experiencia muy bonita y nueva; tuve la oportunidad de aprender más.

¿Cuándo decide comenzar su carrera política?

Del contacto con empresarios, gobernadores y todo el ámbito político me nace la inquietud de participar; desde 2007 lo hago. Con el Estado Mayor Presidencial fui a mi municipio y con mi fundación hacíamos recorridos, y cuando el ex gobernador Ulises Ruiz manda hacer una encuesta, resulta que el Capi Sarabia sale muy arriba para ser presidente municipal.

La hace de nuevo, y me eligen, porque la gente quería. Cuando el Presidente echaba giras, yo estaba con él, salía al lado de él y la gente ya me ubicaba.

Tuve la fortuna de conocer a todo el gabinete del ex presidente Vicente Fox, y eso me sirvió, porque la gente confiaba en mí.

Usted es priista, ¿le costó trabajar por tanto tiempo con panistas, consideró cambiarse de partido?

Cuando llegó el equipo de Fox, nombraron a un pequeño grupo de escoltas que él traía, pero no podía adaptarse a la disciplina militar y muchos se tuvieron que ir. Fue medio raspado, porque no congeniaban con nosotros, porque no querían entrarle a la disciplina.

¿Lo convenció la filosofía del PAN?

No, todos pensaba que me iba a ir al PAN, pero soy priista desde que tengo uso de razón, desde mi familia. Tengo muchos amigos panistas exitosos, pero yo soy priista, aunque tuve la oportunidad de cambiar, pero siempre seguiré en el PRI.

Los militares en activo no podemos participar en acciones políticas, para ello debes pedir licencia, o cuando ya te retiras, como en mi caso.

Goberné Pinotepa Nacional de 2011 a 2013, y ahorita que fui a la elección, gané el distrito contundentemente. De los 500 diputados federales, soy el único político militar; hay dos generales y un almirante de alto rango plurinominales, pero soy el único retirado electo por el pueblo.

Como capitán, ¿qué problemas de disciplina ve en la Cámara de Diputados; hay ocasiones en que los cachan durmiendo, por ejemplo?

Al principio yo llegué muy estricto y te das cuenta que los compañeros diputados pues no pueden estar cinco o seis horas de sesión activos. Por ejemplo, no me gusta salirme del pleno, no he faltado a ninguna sesión, porque es un compromismo. Pienso que si me salgo, no voy a votar, y es una bronca, porque en el Ejército, si no haces algo, te arrestan. Pero de repente me acuerdo que soy diputado federal y ya es más tranquila la cosa.

¿Cuántos diputados ya habrían sido arrestados?

¡No, hombre! Yo creo que unos 436, mínimo. Pero una diferencia es que en mi pueblo los diputados son bien queridos, pero acá, como que no, y lo ven así de: Éste es el que nos está robando.

¿Está en una comisión que coincide con tu formación?

Sí, soy secretario de la Comisión de Defesa Nacional y me gusta ese tema. Estamos en las reformas para renovar, actualizar y poner al día la legislación militar, donde hemos ido avanzando. Hace poco derogamos un artículo que lo tuvo a bien Lázaro Cárdenas, decía que las mujeres, al entrar a una escuela militar, hacen algo diferente a los hombres, pero eso ahora es una grosería.

Estamos viendo lo del código de justicia militar, ya en el sexenio de Felipe Calderón se empezaron unos cambios muy buenos. Por último, hay otro tema en la mesa para que la legislación militar sea más moderna, para que los militares, cuando actúen en funciones de policías, se les juzgue bien, porque eso es cuestión del Congreso.
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