De Ruidoso a Iglesia y comedor comunitario

El Ministerio Cristiano Under Ground Roca de Moria, testimonio del amor a los semejantes


De Ruidoso a Iglesia y comedor comunitario

Lily Dueñas
Febrero de 2012, 09:38 am

Chihuahua, Chih.-Hace 15 años, (1997), el Ruidoso de la Niños Héroes, un bar de poca monta, dio su último baile y cerró, desde entonces la casa que lo albergaba quedo sola y sin protección; a ella rápidamente llegaron advenedizos que faltos de buenas intenciones utilizaron el lugar primero como prostíbulo y después como picadero, ¿Cuanto abuso y cuanto crimen no habrá presenciado esa casa? Si las paredes hablaran.

Dos años después (1999) del cierre de El Ruidoso, José de 11 años, comenzó a beber se alejó de sus padres, así como estos se habían alejado de la doctrina cristiana, se embriagó hasta perder el sentido de la vida y se dejó guiar por la perdición que lleva de la mano como una fiel compañera al drogadicto y al alcohólico, un empujón lo sacó de ese agujero a los 17 años cuando conoció a su Consuelo.

Consuelo Martínez, tenía 25 años, cuando tocaba en un banda de música rockerosa, de padres cristianos, había comenzado a ir a los servicios religiosos a corta edad, más a fuerzas que con ganas, pero después de haber dejado atrás la tozudez de la adolescencia, se acomodo en el cristianismo en la primera etapa de su juventud.

Fue así que Consuelo conoció a José, un jovencito de 17 años,( en 2006) con los pelos largos, de figura desgarbada, de huesos largos y de mirada profunda, a él y a su banda les dio unos tips musicales, después de que estos la habían oído en un toquin y lo dejo de ver por unos dos años.
Tres años después de ese furtivo encuentro (en 2009), José Armando Valles y Consuelo Martínez, fueron marido y mujer. Ambos asistían a un ministerio cristiano, pero cansados de las críticas hacia el largo del cabello de José, la vestimenta de Consuelo y la longitud de los agujeros en los lóbulos de ambas orejas del marido, y en conjunto con otros jóvenes que estaban más atentos a las enseñanzas de vida de Jesucristo que de las reglas de etiqueta, comenzaron un grupo de oración en una casita prestada en la calle Doblado cerca de la Plaza San Pedro.

Este fue el primer paso en firme de un proyecto que se venía gestando desde 3 años atrás (2006), un ministerio cristiano, donde lo único que importara sería la doctrina de Jesucristo y el amar y ayudar al prójimo, un refugio para cualquiera, donde rockeros, darks y demás subculturas pudiesen estudiar la Biblia sin ser considerados, por la palidez de su maquillaje o lo fúnebre de sus vestimentas amantes de Satanás ó hijos de Belcebú, una utopía para muchos.

Pero como dice Filisteos 4:13 Todo lo puedo en Cristo, en 2011 y después de mucho andar buscando a la dueña de una casa en ruinas en la Av. Niños Héroes, que hace una eternidad había sido un Ruidos, José y Consuelo encontraron gracias a un vecino a Doña Patricia Salas Sáenz, quien estuvo de acuerdo en prestarles la casa.

Entonces comenzaron a limpiar, barriendo el polvo, el olvido y la podredumbre que se había almacenado es casa desde 15 años atrás, se habían robado todo, desde los pocos muebles que habían dejado los antiguos inquilinos de aquel bar de mala muerte hasta las tuberías y las instalaciones eléctricas.

Con empeño, amor y 16 mil pesos, sacados de colectas, actividades, donaciones de buenos samaritanos y diezmos, el Ministerio Cristiano Under Ground Roca de Moria, ha comenzado a erguirse, con una congregación de 30 jóvenes y 5 adultos que es dirigida por José Armando Valles como pastor.

La metamorfosis ya se ve, se palpa, se huele, las paredes han sido pintadas, los vestigios de baresucho, burdel y picadero se han ido y han dejado paso a una cocinita, un cuarto de instrumentos y un altar improvisado, donde tres veces por semana, se juntan un grupo de joven a leer la Biblia, a estudiar las enseñanzas de Jesús y a ayudar al prójimo.

Los diezmos y las ofrendas recaudadas, son utilizados para echar a andar un comedor que abre sus puertas los sábados y domingos, (días en que los otros comedores no trabajan) y que llena las barrigas hambrientas de alrededor de 20 personas entre indigentes adultos y niños rarámuri y chabochis (mestizos), con frijoles, sopas, guisados, avenas, galletas o lo que caiga en las ollas de esta comunidad cristiana, también llevan la comida a hospitales y albergues o reparten despensas que juntan por medio de colectas entre los jóvenes de la congregación.

En esta iglesia, el recurso puede ser escaso pero nunca falta y siempre hay algo para el necesitado, todo es cuestión de tener fe, dicen los jóvenes de esta singular congregación y tal y como cuenta la Biblia en Lucas 9:16-17, que Jesucristo multiplicó pan y peces para alimentar a un grupo de 5 mil, estos jóvenes se las arreglan para conseguir alimento para cualquiera que toque la puerta de su ministerio.

La metamorfosis de aquel Ruidoso a Iglesia, no ha sido fácil, muchos padres se han tenido que acercar a la iglesia y hasta asistido a las oraciones para ver el trabajo de este pastor y dejar a sus hijos seguir asistiendo, la ayuda llega de todos lados y el pastor de la iglesia cristiana Éxodo, ha ayudado en la formación de Pastor a José.

“Esta no es una iglesia convencional aquí pueden venir como quieran… tratamos de inculcar los valores que Jesús trajo a esta tierra por medio de la bondad, el buscar a Dios es algo más que la apariencia” cuentan José Armando Valles y Consuelo Martínez.

Así que la próxima vez que pase por la Av. Niños Héroes frente a la Prada del autobús y vea a esta iglesia, no elabore un juicio rápido, porque podría sorprenderse, como narra el salmo 133 en la Bienaventuranza del Amor fraternal ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! Porque ahí envía Jehová bendición, y vida para siempre.