Cumbre política: corte de caja para ver si alcanza el capital político para la “mini-gubernatura”

**El dominio que tiene el PRI sobre la mayoría en el Congreso y la sumisión mostrada hasta ahora dan para hacer esas cuentas, y hasta más.


Cumbre política: corte de caja para ver si alcanza el capital político para la “mini-gubernatura”

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2015, 15:03 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

En diversos medios y columnas políticas se manejó la versión de que este lunes habrá una “encerrona” del gobernador César Duarte Jáquez con los líderes parlamentarios del Congreso del Estado y con el diputado Fernando Reyes, quien representa a él y a su circunstancia al partido Movimiento Ciudadano en el Congreso del Estado.

La agenda, según ha trascendido en diversas columnas políticas, es la de todos conocida: la aprobación de la “mini-gubernatura”, la cual se ha convertido en la más alta prioridad para la actual administración, y el fantasma de la recién aparecida—y con éxito—figura de la candidatura independiente.

El problema para el gobernador no consiste en si se aprobarían o no esas reformas. De antemano sabe que, si hoy envía la iniciativa, a más tardar se aprobaría en la sesión del jueves próximo. El dominio que tiene el PRI sobre la mayoría en el Congreso y la sumisión mostrada hasta ahora dan para hacer esas cuentas, y hasta más.

No, ese no es el problema: la cuestión es medir el costo político que tendrán ambas medidas: el crear una gubernatura “de transición” hacia una nueva etapa donde el Gobierno del Estado “camine de la mano” (así lo han dicho) con el presidente de la República en turno, y el poner candados irrisorios a las candidaturas independientes.

¿Cuánto le costará a Chihuahua exhibirse ante la opinión pública nacional como el único estado que pidió requisitos de fábula a quienes pretenden ser candidatos por la vía libre, sin logotipos ni estructuras partidistas? ¿En qué lugar del índice de desarrollo político quedará Chihuahua cuando su Congreso apruebe—lo va a aprobar, se puede dar por sentado—el “candado” de la no militancia partidista de entre dos o cinco años previos a la postulación como candidato independiente?

Seguramente el estado quedará exhibido cuando el o los afectados, o bien las afectadas por esa limitante recurran ante la justicia federal y obtengan el amparo que les permita registrar su candidatura sin emblema partidista para las elecciones del 2016. Vaya exhibida jurídica que se llevarán los poderes de Chihuahua, ¡otra más!

El candado parece llevar una doble dedicatoria: a priistas caídos de la gracia de la actual administración quienes se saben con pocas posibilidades de obtener la candidatura de su partido al Gobierno del Estado—Teto Murguía y Marco Adán Quezada, más cuantos se acumulen—y que éstos, registrados ya como candidatos, se amparen contra la reforma que reduciría el período de su gestión a sólo dos años. Esa sería una exhibida por partida doble.

El problema entonces no es de curules ni de votos asegurados en el Congreso, esos ya los tiene: los del PRI, incluidos los de Eloy García Tarín y Teporaca Romero, quienes han hecho tímidas expresiones de rechazo a la “mini-gubernatura”, los del Partido Nueva Alianza; del PT, obviamente los del Partido Verde Ecologista de México y ¡no faltaba más!, los del Partido de la Revolución Democrática.

El dilema es si el capital político de la actual administración resiste dos reformas así de controversiales, las cuales levantarán ámpula y llenarán de fojas de solicitudes de amparo ante los tribunales federales.

Después de ver la pobre votación recibida por el PRI: 60 mil votos menos que hace seis años; las dificultades que tuvieron para ganar uno de dos distritos en la capital del estado; las simpatías generadas por figuras políticas como Manuel Clouthier Jr o “El Bronco” y el crecimiento de dos de los tres partidos de reciente creación, el grupo gobernante tiene razones para considerar si es éste el momento oportuno para darle de escobazos al enjambre.