Cuidado con el empleo: más de la mitad está en el limbo

**Es decir, del millón 442 mil 538 personas que trabajan en el sector privado, sólo 739 mil 995 tienen acceso a la seguridad social.

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2014, 11:04 am

Por: Alejandro Salmón Aguilera

El INEGI nos regaló ayer dos noticias: una buena y la otra mala. Vamos, como es costumbre, por la buena: el desempleo en Chihuahua cayó a sus niveles más bajos en lo que va de la década, con sólo el 3.56 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) sin trabajo.

La cifra, no faltaba más, causó revuelo en los círculos gubernamentales, donde ya se apresuran a atribuirle esa baja en el desempleo a las “acertadas decisiones” de la actual administración; a la alta calificación de la mano de obra chihuahuense debido a la ampliación de los espacios educativos y, claro está, a la reducción de la inseguridad.

Está bien, se vale el confeti y las serpentinas. Pero ahora vamos a revisar la parte que no nos gusta de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI)

Del total de personas que tienen una fuente de ingreso—el INEGI los da por empleados—sólo el 47 por ciento está inscrito en el IMSS. Es decir, del millón 442 mil 538 personas que trabajan en el sector privado, sólo 739 mil 995 tienen acceso a la seguridad social.

Esto significa que el 53 por ciento de esos empleados que consiguieron un trabajo gracias a la supuesta bonanza que vive el estado, no tienen servicio médico, guardería, acceso al crédito hipotecario y mucho menos fondo para el retiro.

Son 764 mil 545 trabajadores chihuahuenses que viven en una especie de limbo laboral donde, además, pueden ser despedidos en cualquier momento, sin que medie una indemnización de por medio, a menos que inicien un largo y costoso juicio laboral donde, probablemente, las huestes del secretario de Trabajo y Previsión Social de Chihuahua, Fidel Pérez Romero, enderecen demandas penales contra los abogados que los defiendan.

Las consecuencias ya las tenemos a la vista: unas instituciones de seguridad social, como el IMSS, en condiciones de enfermo crítico, por una razón muy sencilla: les aumentó la demanda, pero no los contribuyentes. Si más de la mitad de los trabajadores del estado no pagan contribución al IMSS, con razón está como está.

Así, con esa laxitud jurídica que campea en ámbito del empleo de Chihuahua, no extraña que inversores de países acusados de tener las peores prácticas laborales estén interesados en invertir en el estado.