Cuentas públicas: planchadas, almidonadas y hasta con ’’rayita en medio"

**Todo ese teje y maneje se puede llamar como quieran, menos rendición de cuentas.


Cuentas públicas: planchadas, almidonadas y hasta con ’’rayita en medio

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2013, 13:12 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

Con dos meses de retraso, la Auditoría Superior del Estado entregó los resultados de las revisiones a las cuentas públicas de 360 organismos tanto públicos como privados que ejercen dinero público.

Y decimos que con dos meses de retraso porque el compromiso asumido por la 63ª Legisltura, ya fenecida, y el propio auditor, Jesús Esparza, era el de entregar los resultados de las auditorías “durante el mes de agosto”.

Está bien, la leyenda que aparecía en el portal de la ASE decía que “a partir de agosto”, sin establecer un día en particular, pero sí el mes cuando empezarían a “subir” la información sobre la forma como los llamados “entes obligados” se gastaron el dinero público. Sin embargo, fue hasta este 31 de octubre cuando la ASE publicó en su portal web los resultados de esas revisiones.

Las razones de esa tardanza han circulado en el Congreso desde la anterior legislatura, y nada parece contradecirlas: que las órdenes “superiores” indicaban que no se revisara ni presentara ante el pleno de los diputados ni una sola de esas revisiones hasta “nuevo aviso”.

¿Por qué tanto escrúpulo en presentar los resultados de las auditorías? Porque, simplemente, formaban parte de esa especie de Pacto por México región 4 que aplican los gobiernos estatales con las versiones locales de los partidos con registro nacional, donde se “lava y se plancha” todo y de todo lo que tenga relación con la vida pública del estado.

Todas las cuentas se guardaron en el cajón hasta que terminara el proceso electoral y se “instalaran” los gobiernos de transición. Según cercanos al tema, la instrucción era de no enturbiar el cambio de poderes en cada uno de los municipios y “rebotar el agua” al Pacto por México, en un momento en el cual éste iba a entrar en un camino pedregoso por las reformas fiscal y la energética.

Vistas las cifras y las expresiones de los líderes parlamentarios, todo huele a planchaduría, a cuenta pública rociada con almidón, salida de la tintorería con “la rayita” en medio.

Nada cambió entonces: la rendición de cuentas sigue siendo un arma para atolondrar al que se salga del guacal, o para alcanzar acuerdos para mantener apaciguadas a las fuerzas políticas.

Ahí está el PAN, participando en el linchamiento de su ex alcalde de San Francisco del Oro, y aventando pedradas a la anterior administración municipal de Chihuahua. ¿Era ese el precio a cambio de no “moverle” a la cuenta pública de Delicias?

Todo ese teje y maneje se puede llamar como quieran, menos rendición de cuentas.