Cruzada contra el hambre, fuera de los municipios más hambreados

Por: Alejandro Salmón Aguilera


Cruzada contra el hambre, fuera de los municipios más hambreados

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2013, 21:32 pm

Hoy inicia, formalmente, el programa más controversial del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto: la Cruzada contra el hambre, el cual, a decir de sus críticos, expele el más fuerte tufo a medida electorera y a plan clientelar para rescatar votos de zonas donde el PRI tenía prácticamente desarticulada su estructura partidista.

A saber si el dicho programa termina en una “Cruzada contra la derrota del PRI”, lo cierto es que, en Chihuahua, la mayoría de los municipios más “hambreados” no están incluidos en él.

Con base en los parámentros del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) los municipios con mayores carencias alimentarias se encuentran en el sur y suroccidente de la entidad, y la mayoría de ellos no entrará el la tal Cruzada.

Guachochi, el más “hambreado”, pues tiene al 60.7 por ciento de su población con algún grado de carencias alimentarias, según el Coneval, sí está incluido, lo mismo que Guadalupe y Calvo, el tercero en el “ranking” de hambreados, donde el 36.3 por ciento no come bien, y Morelos, décimo lugar de la tabla.

Otros siete municipios a cual más de pobres y con altos índices de carencias alimentarias no fueron incluidos y las razones por las cuales se les dejó fuera no han quedado del todo claras. De hecho, ha levantado extrañeza el cambio de discurso del gobernador César Duarte, quien en un principio se dijo molesto porque no se haya incluido a Batopilas, y después justificó lo que se llamó la “primera clasificación” de los 400 primeros municipios.

Por ejemplo, Balleza, municipio de donde es originario el gobernador, tiene un alto índice de carencias alimentarias, con un 40.6 por ciento de su población sin suficiente comida qué llevarse a la boca.

Tamoco está Carichí, el cuarto más “hambreado”, donde casi cuatro de cada 10 no tienen alimentos suficientes; Ascensión, uno de los municipios más afectados por el doble efecto que devastó al estado en los últimos cinco años: la sequía y la violencia, tiene al 34.5 de sus habitantes en carencia alimentaria y no recibirá a los “Cruzados” contra el hambre.

Bocoyna, al que tanto desean proyectar como destino turístico, que tendrá en breve un aeropuerto internacional y ya cuenta con todo un desarrollo hotelero para aprovechar las maravillas naturales de sus alrededores, tiene a la tercera parte de sus habitantes “con hambre”.

Galeana, otro municipio severamente golpeado por la delincuencia, donde han surgido el movimiento de resistencia de las comunidades mormonas contra las organizaciones delictivas, o Manuel Benavides, situado en la frontera con Estados Unidos, y en medio de la parte más inhóspita del desierto de Chihuahua, tienen a 3 de cada 10 de sus habitantes sin alimentos suficientes.

Una de dos: o no se aplicó un criterio congruente para elegir a los municipios a beneficiar, o no hay dinero que alcance para darle de comer a 741 municipios del país donde el 80 por ciento de la población está en condiciones de pobreza.