Cruzada antihambre, diseño de control político-electoral: diputados perredistas

**No contiene la estrategia requerida para abatir la desigualdad, la pobreza y la miseria de millones de mexicanos, resaltaron.


Cruzada antihambre, diseño de control político-electoral: diputados perredistas

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2013, 09:30 am

Ciudad de México.- La Cruzada Nacional Contra el Hambre es un diseño de control político-electoral, que no contiene la estrategia requerida para abatir la desigualdad, la pobreza y la miseria en que viven millones de mexicanos. Diputados del PRD acusaron que el programa estelar de la administración federal “es un fracaso, y si se pretende mantenerlo tendrá que replantearse removiendo a su artífice Rosario Robles Berlanga”.

José Luis Muñoz Soria, presidente de la comisión de vigilancia en San Lázaro, calificó la citada cruzada como un paliativo que no tiene capacidad de modificar la grave descomposición social que se ha generado en los últimos años, marcados, por la escandalosa concentración de la riqueza y la rampante desigualdad que coloca a millones de mexicanos en una posición de miseria extrema.

“El gobierno de Enrique Peña Nieto debe resolver definitivamente el adefesio político asistencial que creó porque el hambre no se resuelve con políticas asistencialistas, se resuelve con la implementación de fuentes de empleo, con una mejor y profesional educación, con la garantía a los ciudadanos de que se mantendrán sus derechos a la salud y a la vivienda, con el único propósito de resolver necesidades básicas.

“Es una paradoja que Rosario Robles en su época de activista y de política que vivió de la izquierda, se haya inclinado por seguir los programas que se aplicaban en Brasil, pero nunca ubicó en la realidad que esos programas no son modelos, y ahora vemos con preocupación que con alimentos chatarra se pretende resolver el grave problema de la desnutrición, del hambre y de la desigualdad. En qué cabeza cabe haber llevado a la Pepsicola y a la Sabritas a las escuelas y comunidades más pobres del país. ¿No se da cuenta la secretaria de Desarrollo Social que los productos endulzados que se distribuyen en las áreas de marginación se endulzan con fructuosa, ya ni siquiera con azúcar?”.

El vocero de la fracción del PRD en San Lázaro, Carlos Reyes Gámiz, señaló que la Cruzada, desde su presentación, fue cuestionada por expertos en combate a la pobreza, muchos de los opositores a esa medida “entendimos que detrás de la iniciativa presidencial se desplegaba una acción políticoelectoral de control en las localidades más pobres del país. Con programas asistencialistas, y con empresas productoras de comida chatarra, que han hecho del hambre su agosto, y lucran con la ignorancia de millones de mexicanos”.

El legislador adujo que la administración de Enrique Peña Nieto debería reconocer su equivocación, y emprender una política de Estado que involucre a toda la cadena productiva de alimentos, pasando por los distribuidores para llevar víveres sanos a los pobres del país. La marginación, insistió, se combate de forma integral, no será combatida con programas asistencialistas, ni con aquellos que pretenden lucrar con la pobreza a través de ofrecimiento políticoelectorales.

En ese sentido, Miguel Alonso Raya, vicecoordinador de los perredistas consideró que la Cruzada Nacional Contra el Hambre “nació destinada al fracaso, pues se diseñó como un mecanismo de control político. No se han instrumentado acciones definitivas para resolver el hambre y la desnutrición, y mucho menos estrategias para alcanzar el crecimiento y revertir tanto la misera como la pobreza.

“Se requiere una estrategia que discuta a fondo la crisis del entorno social, y se reconozca públicamente, también, que el modelo económico ya dio de sí, que no resuelve las graves contradicciones entre pobres y ricos. La cruzada, está fracasada; el gobierno tiene que reconocer que no se ha resuelto el tema del hambre, y esto sólo ocurrirá cuando el gobierno federal asuma que su programa clave en la materia ha fracaso”.
La Jornada