Crece el Cañón del Pegüis 380 metros en 4 mil años

CRÓNICAS DE LA CIENCIA


Crece el Cañón del Pegüis 380 metros en 4 mil años

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2010, 01:53 am

**Sierra El Pegüis, una maravilla desconocida.

Por Froilán Meza Rivera

Coyame, Chih.- La búsqueda gubernamental de un sitio para instalar un cementerio nuclear, resultó en el descubrimiento de un gigantesco depósito de sal que está levantando la sierra de El Pegüis a velocidades de vértigo.

Este hallazgo reveló que El Pegüis tiene la forma de un domo que, visto desde el aire, semeja una joroba.

El río Conchos, que atraviesa esta sierra, se ha abierto paso gracias a que la erosión del agua ha actuado más rápido que la elevación del terreno. Así se formó el famoso cañón que es uno de los mayores atractivos turísticos de la región del desierto.

De acuerdo al geólogo Ignacio Reyes Cortés, El Pegüis se ha levantado hasta su actual altura en solamente 4 mil años. Esa velocidad de elevación se puede considerar vertiginosa, vista en términos de las edades geológicas, y es una de las maravillas desconocidas del estado de Chihuahua.

Esta sierra subió a una tasa de entre 8 y 12 centímetros por año, de acuerdo a un estudio que realizó a partir de los años 70 la división de Exploración de Petróleos Mexicanos (Pemex).

En Chihuahua no hay petróleo. Desde hace casi 30 años, Pemex ha perforado más de 20 pozos en el noroeste, norte, oriente, centro y sureste del estado, y los resultados, después de haber invertido muchos millones de pesos, han sido negativos en todos los casos. Pero, de pasada, los geólogos de la paraestatal se encontraron con fenómenos tan interesantes como el de la sierra de El Pegüis.

La diferencia con respecto a las zonas que circundan El Pegüis es notable, y esa elevación es la causa de que exista el cañón que el río Conchos talló en la piedra.

La explicación de este prodigio se encuentra en que dicha sierra está colocada sobre un gigantesco domo de sal. Se llama domo salino a una acumulación de sal de roca en grandes cantidades dentro de un sistema orográfico, y la elevación se produce de manera natural por el menor peso específico que tiene la sal respecto de las capas de roca debajo de las que se encuentra. La sal tiende a subir, y ello empuja a las capas superiores.

380 METROS EN 4 MIL AÑOS

La corriente del río, que ya estaba ahí cuando inició el proceso de elevación, simplemente fue cortando la roca de su lecho mediante el roce de las piedrecitas que arrastra. El agua y la arena del río son abrasivos, y trabajan tallando la piedra subyacente.

La velocidad de elevación de esta sierra es sorprendente, ya que al contrario de otras cadenas montañosas que se forman en el transcurso de millones de años. El Pegüis se ha elevado 380 metros en sólo 4 mil años, que en tiempos geológicos es como si fuera de un día para otro.

En las fotos de satélite, El Pegüis se ve diferente que las otras sierras, ya que éstas están formada por pliegues más o menos visibles, y en cambio la primera se ve como un chichón, como una tumescencia, precisamente como un domo.

Sin embargo, ahí están las cartas geológicas de la región, que se elaboraron durante las exploraciones.

Posteriormente, en los años setenta, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se interesó en El Pegüis, pero por diferente razón: La CFE andaba a la búsqueda de sitios en los cuales guardar los desperdicios que se generan en la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, en Veracruz, en virtud de que por aquellos años se planeaba construir una decena de estas plantas en todo el país, y aunque cada planta puede almacenar durante algún tiempo sus propios residuos, en el futuro iba a ser necesario contar con un depósito masivo y confiable.

UN FALLIDO CEMENTERIO NUCLEAR

Los técnicos de la CFE habían oído que los domos salinos eran sitios ideales para guardar residuos de material nuclear, porque la sal es inerte y no se puede contaminar con radiación. Fue entonces que se enteraron de la existencia del domo salino de El Pegüis, y que emprendieron una segunda exploración de la zona, aunque ya no desde el punto de vista de la orografía global, como Pemex, sino simples mediciones. La CFE determinó entonces que el domo se encontraba a 2,480 metros de profundidad, ideal aparentemente para un cementerio de desechos nucleares, pero cuando se hizo el planteamiento formal, éste fue abandonado porque por entonces se hablaba muy fuerte de la probable construcción de una presa aquí.

Realmente, la idea de instalar un cementerio nuclear debajo del mayor afluente del río Bravo, y que es a la vez el principal río de Chihuahua, depositario de casi toda la cuenca interior, se reveló como una locura. Por otra parte, aunque El Pegüis disminuyó ya la velocidad a la que se estaba elevando, aún hoy es posible ver que el río raspa unos dos o tres centímetros anuales.

Pero ¿cómo saber si se detuvo ya el proceso de elevación, o si éste ya cedió del todo? Simplemente observando el lecho del río: si el lecho es de piedra, sin sedimentos, quiere decir que el proceso no se ha detenido, y que la corriente sigue labrando la roca que se levanta junto con la sal que yace debajo. Los rápidos de la corriente son una evidencia de este fenómeno.
(Dic. 31, 2010)