Crónica de Mandela

"La bondad del hombre es una llama que se puede ocultar, pero no extinguir". Nelson Mandela


Crónica de Mandela

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2013, 18:45 pm

Dicen que hace un rato fue a la Isla Rooben, a echar un vistazo al pequeño campo de futbol donde alguna vez se aliviaron un poco sus angustias durante 27 años. Despacio y en silencio, pasó también por Pollsmoor y tampoco sintió alegría. Ninguna prisión la admite. Por eso llega una bofetada en el recuento de los últimos instantes, por la matanza de Sharpeville y la férrea soledad, la impotencia de quienes quieren moverse junto a la ola que horada rocas y sacros privilegios, pero le ataron el pie, inmisericordemente.

¿Cómo es posible, Madiba, que no perdiera usted, entre rejas y azotes a la dignidad, esa suave sonrisa de quienes llegan o se van sabiendo que cruzaron completa su órbita vital y mortal, ramificándose?

El mundo conocía la estática imagen del joven abogado sudafricano que luchaba contra al apartheid. Encaneció en las cárceles de máxima seguridad y el tiempo, junto con los golpes de quienes se caen y levantan más de una vez, le blanquearon el cabello, hicieron lento su galope de hombre fiel al estandarte que enarboló, desde muy joven, sin rendirse.

Hay muchas maneras de ganar una pelea. La suya no terminó en 1990 cuando fue liberado. Era preciso, primero, que aceptaran el derecho de los sudafricanos nativos a igualarse con quienes llegaron a estas tierras mucho después y se apropiaron de ellas.

La legalización del Congreso Nacional Africano y otros partidos, el ingreso de los oriundos habitantes al mundo de la política a cara descubierta, estuvieron también en el camino para recuperar tantos derechos robados. Cuatro años negociando con sabiduría y constancia evitaron una guerra civil y cortaron los últimos hilos de leyes deshumanizadas, segregacionistas.

Después fue inevitable que asumiera el reto de ser el primer presidente de raza negra de la República de Sudáfrica y darle base a otro tiempo, sembrando nuevas posibilidades.

En este instante, luego de haber paseado por los recodos de la memoria, quizás haya visto éxitos y peligros, deseando levantar de nuevo la lanza para arrimar el hombro a nuevas batallas.

(Lanza de la Nación, brazo armado del ANC. Tuvo a Nelson Mandela como máximo dirigente).