Criminal destrucción de fuerzas productivas en La Boquilla

**Desde 1978, la CFE cerró la planta generadora de energía, dejando de producir miles de kilowatts para la región, con el propósito único de reprimir a un combativo grupo de electricistas democráticos.


Criminal destrucción de fuerzas productivas en La Boquilla

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2011, 18:11 pm

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- ¿Se ha preguntado el lector por qué en la presa La Boquilla no se produce electricidad, aunque existen las instalaciones necesarias?

Hay que recordar que fue público el anuncio que hizo la Comisión Federal de Electricidad, hace unas semanas, en el sentido de que, ante el colapso de las plantas generadoras por el congelamiento y ruptura de los sistemas de enfriamiento durante la onda gélida que azotó la región, iban a echar a andar las turbinas de La Boquilla para generar electricidad e inyectarla a la red. Y de hecho, así lo hicieron, y hasta anunciaron cuando dejaron de hacerlo.

Eso fue, para muchos, un shock: “O sea, ¿es verdad que tenemos en el estado una planta generadora que no se usa nunca?”, se preguntaron atónitos, los ciudadanos.

Pero ¿por qué no se usan las turbinas de La Boquilla, aunque fuera en la generación de energía para un municipio o dos?

Ah, es que el asunto tiene un vergonzoso origen político.

El 16 de enero de 1978, la CFE ordenó cerrar la planta hidroeléctrica de La Boquilla, en Chihuahua, con el fin de dejar sin trabajo a los 150 electricistas, militantes de la Tendencia Democrática del SUTERM (el sindicato de los electricistas) que laboraban en ese sitio. Tres semanas más tarde, el cierre de La Boquilla ocasionó la suspensión, por varias horas, de la energía eléctrica en una amplia zona al sur del estado de Chihuahua. Para facilitar la reanudación del servicio —y a pesar de que implicaba violar el contrato colectivo— los trabajadores de La Boquilla permitieron la entrada a la planta de técnicos de la CFE.

El 3 de marzo, los electricistas que custodiaban la planta fueron desalojados por policías judiciales y soldados.

El 9 de marzo se realizó una marcha en la ciudad de México, y en esas mismas fechas se desarrolló una intensa campaña de prensa contra el despido de los electricistas democráticos. Sin embargo, y a pesar de que significaba un daño grave para el funcionamiento del servicio eléctrico en la zona, la CFE no aceptó reinstalar a los trabajadores de La Boquilla.

ROSETILLA, LA MISMA HISTORIA

Pero debe saber el lector que La Boquilla era sólo una de dos plantas generadoras en la misma región del Centro-Sur del estado. Está también la presa Rosetilla.

Originalmente, la presa Rosetilla nació como un proyecto de la Comisión Federal de Electricidad para generar energía en la región. El proyecto se abandonó desde 1978, por las mismas razones que en La Boquilla, es decir, porque acá también había un fuerte y combativo grupo de electricistas democráticos a los que el gobierno necesitaba vencer y quebrar, a costa incluso de desaparecer las mismísimas fuentes de trabajo. Desde entonces, también a la gigantesca maquinaria de La Rosetilla se le dejó de dar mantenimiento, igual que al mecanismo que domina el movimiento de las cortinas.

Hay dos cortinas que no sirven, los motores se quemaron y las cadenas que levantaban las cortinas se encuentran destruidas. Las instalaciones se encuentran abandonadas, los fierros oxidados y lastimados por el sol y el tiempo, aun y cuando hay personal vigilando el lugar. Los ductos de abastecimiento de la presa a tierra firme, con ya chatarra. Las escalinatas para llegar a la parte alta de la cortina, en donde se encuentran los gigantescos motores, ya son sólo subidas sin forma.

Y es que desde 1978 esta planta hidroeléctrica de Rosetilla, que generaba electricidad para la zona aledaña, ha quedado en el olvido por parte de la Comisión Federal de Electricidad, y aquí la paradoja es que el vaso de agua no está bajo la jurisdicción de la Comisión Nacional del Agua, no hay quién le dé mantenimiento. A la CFE no le interesa, pero en nada.

Así lo denunciaron pobladores de la zona, quienes afirmaron que han sido insistentes con las autoridades para que le den mantenimiento a la presa, pues si bien ya no se utilizará la maquinaria de la CFE, la presa sigue dando servicio a las familias que ahí radican y a los turistas que año con año se divierten en la zona.