Conmemoran 12 años del ataque terrorista en Madrid

**Las bombas destruyeron varios vagones de trenes repletos de trabajadores y estudiantes de la periferia de Madrid que desplazaban al centro de la ciudad.


Conmemoran 12 años del ataque terrorista en Madrid

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2016, 09:46 am

Hoy hace ya 12 años ocurrió la peor tragedia terrorista en la historia de españa, el ataque a cuatro trenes en las cercanías de Madrid, que dejó saldo de 192 muertos y mil 800 heridos.

Madrid despertó el 11 de marzo de 2004 con una de las peores noticias de su historia. Diez bombas colocadas en cuatro trenes de cercanías explotaron a las 7:34 horas, tiempo local. El balance final de víctimas fue de 192 muertos y mil 800 heridos, lo cual lo convirtió en el peor atentado terrorista de España.

Las bombas destruyeron varios vagones de trenes repletos de trabajadores y estudiantes de la periferia de Madrid que desplazaban al centro de la ciudad en una hora pico.

A los pocos minutos del terrible atentado, varios medios de comunicación y políticos españoles aseguraban que los autores del brutal atentado eran miembros de la organización separatista vasca ETA, tras su largo historial de atentados en el país.

La teoría la respaldó el Gobierno de José María Aznar, quien durante su mensaje de repudio al terrorismo indicó que la justicia española localizaría a los responsables.

Sin embargo, durante la noche del 11 de marzo comenzaron a filtrar información que indicaba que el atentado terrorista fue perpetrado por una célula vinculada con el grupo terrorista islámico Al Qaeda.

A tres días de las elecciones generales, los partidos políticos sabían que la autoría del atentado tendría repercusiones en la opinión publica. De confirmar el origen islamista, los españoles vincularían el atentado con el apoyo del presidente Aznar a la guerra de Irak, lo que afectaría al oficialista Partido Popular.

El 12 de marzo, las autoridades judiciales aseguraban tener dos líneas de investigación; una que apuntaba a un grupo de radicales islamistas y otra a ETA. Sin embargo, cientos de españoles enviaron mensajes de texto a través de teléfonos celulares para denunciar el secretismo del gobierno y la posible responsabilidad del terrorismo islámico en la tragedia del 11 de marzo.

Un día después, un video reivindicaba la autoría del atentado al grupo terrorista Al Qaeda, al momento en que los peritos españoles aseguraban que el atentado fue conformado por trece mochilas bomba, de las cuales sólo diez explotaron, las cuales colocaron desde la estación de Alcalá de Henares.

Las bombas estaban fabricadas a base de dinamita conseguida en una mina de Asturias y de un detonador que activaron por un teléfono celular, concluyeron las autoridades españolas.

El 14 de marzo, tras escuetos informes que aseguran que la responsabilidad de los atentados recaía en Al Qaeda, los españoles acuden a las urnas y le otorgan sorpresivamente y en contra de todas las encuestas, la victoria al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Para el 3 de abril, la tarjeta SIM del teléfono junto a la bomba que no detonó fue la principal pista que llevó a la policía a un departamento en la ciudad de Leganés, donde resguardaban miembros de la célula islamista radical. La policía realiza un enorme despliegue para capturar a los presuntos responsables, quienes tras un intenso combate deciden provocar una enorme explosión que acabó con sus vidas.

Tras las críticas a la opacidad de la información y la firmeza con la que el gobierno defendió la teoría de la autoría de ETA, José María Aznar sostuvo en su libro El compromiso del poder, que ETA quería intervenirantes de la campaña.

La versión fue alimentada desde los periódicos El Mundo y la cadena de radio COPE, propiedad de la Iglesia Católica, quienes por varios años insistieron en vincular a la organización vasca con los atentados, y llegaron a acusar a la policía de falsificar pruebas, afirma la BBC.

Diversos medios de comunicación publican una serie de documentos donde detallan las conversaciones que mantuvieron funcionarios del gobierno de Aznar para apoyar la responsabilidad de ETA en los atentados que cambiaron la forma de realizar política exterior en España y que dejaron un doloroso legado en la sociedad española.