Congreso desidioso: agenda legislativa de dos años

**La desidia y falta de operación política de los actuales diputados no tiene contentos ni a los dirigentes de sus partidos, ni a quienes despachan en el Palacio de Gobierno.


Congreso desidioso: agenda legislativa de dos años

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2013, 17:32 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

El nombre mismo de la agenda legislativa suena a eufemismo: “2013-2016”. Técnicamente, el plan de trabajo de la 64ª Legislatura sí abarca el año 2013, porque fue el año cuando quedó aprobado en ese año. Lo que les faltó decir a los diputados que integran esa legislatura es que su agenda quedó aprobada en la última sesión del primer Período Ordinario de Sesiones.

Para decirlo más claro: que dejaron pasar casi tres meses, lo que fue su período de inicio, para definir su plan de trabajo para los tres años que durarán en el cargo.

La desidia y falta de operación política de los actuales diputados no tiene contentos ni a los dirigentes de sus partidos ni a quienes despachan en el Palacio de Gobierno, según fuentes consultadas por esta columna.

Haber dejado pasar todo un período ordinario sin aprobar leyes ya dictaminadas, incluso “bendecidas” por el gobernador, consensuadas o “planchadas”, como se dice en el argot legislativo, simplemente no tuvo perdón.

¿Cómo fue posible que dejaran pasar tres meses sin aprobar reformas a los códigos familiar y civil para establecer la oralidad de los juicios? Esa era una iniciativa en la cual el gobernador Duarte tenía un especial interés, pero no la votaron. Del por qué, ahí que nos lo expliquen.

Tampoco votaron la ley indigenista—de tantas iniciativas que existen sobre esa materia, ya es difícil atinarle al nombre—pese a que en la anterior legislatura se llegó, por primera vez, a tener un borrador cercano a dictamen sobre una de las leyes más escurridizas que se hayan presentado en el Congreso local.

Vaya, ni siquiera alcanzaron a votar las cuentas públicas que les dejó dictaminadas la anterior legislatura, las cuales se pueden consultar de manera fácil y rápida en el portal de la Auditoría Superior del Estado. No había qué quebrarse la cabeza ni enviar o devolver oficios: las revisiones ya están terminadas, sólo faltaba someterlas al pleno, pero no, ni eso se pudo.

El problema es que enero iniciará con la entrada en vigor de un grueso paquete de reformas federales que requerirán modificaciones al marco legislativo local. Por poner un ejemplo: la reforma política, la que permite la reelección directa de ayuntamientos y diputados locales. Esa obligará a hacer una modificación tanto constitucional como a la Ley Electoral del Estado de Chihuahua y ¿qué van a hacer? ¿a echarla al saco roto porque no hay elecciones locales a la vista? Ya veremos lo que hacen a matacaballo, cuando esté por terminar el plazo para hacer reformas antes del inicio del proceso electoral 2016.

Así por el estilo, el próximo período alcanzará apenas para modificar el marco local para adecuarlo a las reformas estructurales aprobadas por el Congreso de la Unión. Entonces, quedarán solo cuatro períodos más. Es decir, que la agenda legislativa, en términos reales, debería ser de sólo dos años.