Con todo respeto, pero Arzate no ha sido juzgado

**Por: Alejandro Salmón Aguilera

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2013, 15:28 pm

A riesgo de ser políticamente incorrecto, pero es necesario puntualizar un hecho respecto al caso de Israel Arzate, el presunto co-autor de la masacre del 30 de enero del 2010 en la colonia Villas de Salvárcar de Ciudad Juárez: nadie lo ha declarado inocente.

El fallo emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dejó sin efecto únicamente la detención y la confesión que hiciera Arzate ante efectivos del Ejército Mexicano. El máximo tribunal del Estado Mexicano consideró que había evidencias suficientes de que Arzate había sido víctima de procedimientos de tortura para obtener su confesión.

Sin embargo, el ahora liberado y por lo visto protegido por organizaciones defensoras de derechos humanos de toda especie, no ha sido llevado a juicio como probable integrante del comando que asesinó a 15 personas, la mayoría de ellos adolescentes, durante la noche del 30 y la madrugada del 31 de enero del 2010 en Villas de Salvárcar.

Hasta ahora, lo único que ha transcurrido, en términos procesales, ha sido la disputa entre Arzate y el Estado Mexicano por la detención y la forma como ésta se llevó a cabo, pero en ningún momento se ha llegado al fondo del caso ni juez alguno ha conocido de la causa.

Es cierto, Arzate es inocente en tanto que nadie le ha comprobado su culpabilidad ni juez alguno le ha dictado sentencia; pero tampoco se han agotado los recursos que podrían llevarlo ante un juez para dirimir si realmente participó en aquella masacre o sólo es un culpable “fabricado”.

Lo que llama la atención es la euforia de organismos internacionales, de defensores de derechos humanos y de ONG´s que inicialmente salieron en defensa de las familias a las que pertenecían los jóvenes masacrados.

Desde que Arzate denunció que había sido torturado por el Ejército, toda esa movilización en defensa de los derechos humanos se olvidó de las madres de los jóvenes victimados; ya no hubo más “Mamá coraje” como le llamaron en su momento a Luz María Dávila, madre de dos jóvenes masacrados, cuando increpó al presidente Felipe Calderón.

Tan no han vuelto a atender a esas víctimas, que no se sentaron a escuchar el temor y el enojo que les causaba la posible liberación de Daniel Arzate. Tampoco tomaron nota de las supuestas amenazas que habían recibido de parte de la familia del entonces inculpado.

Ahora, como Israel Arzate ya tiene un pie en Estados Unidos y está envuelto en los mantos de la ONU, de Amnistía Internacional y de las ONG´s de Juárez, difícilmente será llevado a juicio.

Lo único que queda por juzgar es el pésimo manejo que le dio la anterior administración a la lucha contra el crimen organizado, porque ahora Arzate ha venido a engrosar la larga lista de personas detenidas y presentadas como horrendos criminales, y que a la vuelta de unos meses salieron libres por falta de pruebas.