Con banderas de la izquierda y de la ultraderecha, el PAN calienta la elección 2015

**La estrategia del PAN está funcionando, y eso tiene preocupados al PRI y al Gobierno del Estado.


Con banderas de la izquierda y de la ultraderecha, el PAN calienta la elección 2015

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2015, 16:37 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

La estrategia del PAN está funcionando, y eso tiene preocupados al PRI y al Gobierno del Estado.

El PAN ha logrado que la elección federal intermedia del 2015 deje de ser un proceso que sólo interesa a los votos duros y a las estructuras partidistas, para convertirla en una suerte de referéndum para los gobiernos del presidente Enrique Peña Nieto y, a nivel local, del gobernador César Duarte Jáquez.

Para involucrar a la sociedad en nos comicios tradicionalmente desdibujados, el PAN tomó dos banderas bastante nobles en términos de cacería de votos, de modo que puedan convencer a los electores de salir a las urnas el próximo 7 de junio.

Fuentes allegadas a los cuartos de guerra de los tres partidos más importantes confirman los datos: el PAN ha tomado dos banderas que ya le están generando simpatías, una ultraconservadora y la otra que era propia de la izquierda.

La primera es su discurso en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo (las “Bodas gay” como le llama la prensa conservadora).

Tras el acuerdo político que tuvieron con el arzobispo Constancio Miranda, de enarbolar el discurso en favor de la familia en su formato tradicional, y de posicionarse en contra de reformar los códigos familiar y civil para permitir los matrimonios entre personas del mismo sexo, el PAN ha atraído la simpatía de un segmento del electorado, de dimensiones nada despreciables, que se opone a dar un cambio social en ese sentido.

La apuesta del PAN en ese sentido, entonces, es riesgosa en términos de exaltación de ánimos, pero redituable en cuanto a llamar a la parte más conservadora de los electores apáticos.

La otra bandera es la de la demanda contra el gobernador César Duarte Jáquez. Vaya que supieron subirse al carro que echó a andar el abogado, ex diputado y ex dirigente estatal del PRD, Jaime García Chávez, autor de la querella penal contra el mandatario priista por presuntos actos de enriquecimiento ilícito y desvío de recursos públicos en favor del inminente Banco Progreso.

García Chávez presentó su denuncia en septiembre pasado, pero el PAN tardó semanas en subirse al tema. De hecho, la dirigencia estatal de ese partido ha asumido una posición tímida al respecto y su bancada en el Congreso del Estado ni siquiera la tiene en su agenda.

Sin embargo, a ras de calle, Javier Corral y el ex gobernador Francisco Barrio le encontraron el modo de enarbolar la bandera y asociar su nombre y su filia partidista a esa demanda que han convertido en el discurso en una cruzada contra la corrupción. Así, discurso callejero por un lado, y activismo conservador por otro, el PAN va calentando la gélida elección federal del 2015.

¿Y el PRI, qué hace para atraer votos adicionales a su tradicional estructura partidista? Poco: decir que los mexicanos estamos muy contentos y que crearon instituciones en la primera mitad del siglo XX. A ver a cuántos convencen con esa oferta.