Comisión Aeroshow: la misión, blindar a Garfio del escándalo

Por: Alejandro Salmón Aguilera

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2013, 11:08 am

Tal pareciera que los miembros de la Junta de coordinación parlamentaria del Congreso del Estado hicieron una especie de “pacto de silencio” en torno al caso Aeroshow y que no dirán una palabra a los medios de comunicación a menos que el discurso esté debidamente “planchado” al interior de los grupos parlamentarios, principalmente entre el PRI Ampliado y el PAN.

El discurso del coordinador parlamentario del PAN, César Jáuregui Moreno, en torno al penoso accidente donde murieron nueve personas y otras seis permanecen en muy malas condiciones de salud cambió de forma diametral antes y después de que los líderes de bancada celebraran una reunión a puerta cerrada en el piso 18 del Congreso del Estado.

Vale, antes de continuar, preguntarse por qué la simple instalación de una comisión que sólo le dará seguimiento a una investigación ministerial amerita que se encierren a cal y canto y que criben cuidadosamente el discurso antes de presentarlo ante la prensa.

Según enterados de la reunión, justamente “ahí está el detalle”, como diría Cantinflas en la memorable película del mismo nombre. Al parecer, se trata de mantener el caso dentro de las fronteras en las que se ha mantenido hasta ahora, es decir, con las autoridades de la anterior administración municipal y a los dueños de la empresa que organizó el Monster Show como presuntos responsables de los casos de homicidio imprudencial, lesiones y mal ejercicio del servicio público.

Aunque es mucha la tentación de cargarle la mano al ex alcalde Marco Adán Quezada Martínez y a toda su línea descendente de mando, a saber: el secretario del Ayuntamiento, el director de Gobernación e incluso el de Seguridad Pública, la instrucción, según lo muestran los indicios, es la de “conformarse” con ir tras los ex titulares de Protección Civil y de Bomberos.

¿Por qué este escrúpulo en torno al ex alcalde? No porque lo quiera mucho el grupo gobernante ni menos aún porque lo vea como un proyecto de sucesión. El problema es que, si el caso llega hasta la figura de la Presidencia, por fuerza, el caso alcanzaría al actual alcalde, Javier Garfio Pacheco.

No es que Garfio sea responsable de la cadena de negligencias que provocó el desenlace trágico del 5 de octubre en el Parque El Rejón, pero sí es el titular de la parte del Estado Mexicano—la Presidencia Municipal de Chihuahua—que organizó esa exhibición.

De ese modo, aunque no le corresponda ninguna acción penal, sí estaría obligado a responder en términos de indemnizaciones y de atención a los familiares de las víctimas, y eso implica echarle encima la carga mediática de uno de los sucesos que más han conmocionado a la opinión pública local.

Por lo visto, entonces, la famosa Comisión se quedará en un simple acompañante de las diligencias que haga el Ministerio Público y no ahondará más en el caso, ni buscará otros responsables, como deberían ser la misma institución municipal o los dueños de la Asociación Civil que organizó todo el espectáculo Aeroshow. Mala noticia entonces para los únicos cinco inculpados: nadie más los acompañará en la presentación ante el juez.