Colonia Unidad, al Norte, una cenicienta sin redención

**Colonia de tierra, a medio urbanizar, poblada inicialmente con damnificados del Arroyo de los Perros, está entre fraccionamientos de clase media.

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2014, 10:53 am

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- Todos quienes llegan de fuera a esta colonia se preguntan qué está haciendo una colonia proletaria, marginada y con calles de tierra, en medio de tantos fraccionamientos bonitos de clase media alta.

El visitante que viene del periférico De la Juventud atraviesa Cumbres, y transita entre la abundancia de fraccionamientos cerrados y con vigilancia privada que nacieron con todos los servicios; pero atrás de Alsuper, se topa de repente con la tierra y el escombro de calles a medio urbanizar.

¿Qué hace aquí la colonia Unidad?

A esta comunidad la rodean Cumbres Universidad, Villa Dorada, Lomas Universidad, Loma Dorada y Portal de las Lomas, todas ellas de indiscutible carácter residencial.

“Ah”, responde doña Graciela Gough Miranda, quien es la dueña de la panadería: “es que la colonia Unidad la poblaron con gente amolada que fue reubicada del Arroyo de los Perros y de otras partes donde había canales y arroyos peligrosos”.

La fundación de la Unidad data precisamente de 1990, el año de la tromba que devastó muchos asentamientos. Sí, pero en aquellos años no existían todavía los desarrollos que hoy en día la rodean y donde el metro cuadrado se cotiza ya en cientos de dólares.

Dicen sus habitantes que la colonia es en sí una contradicción, ya que a los fundadores los reubicaron del peligro para que vinieran a vivir mejor, pero lo que sucedió fue que nomás los trajeron y se olvidaron de ellos casi de inmediato. Las calles aquí se llaman, curiosamente, Promotores de Solidaridad, Pronasol, Administración, Desarrollo Social, lo que para don Fernando López es una burla: “¿No era como para que nos trataran mejor, como lo indican las calles? Ya ni la burla perdonan”.

A la colonia Unidad la dotaron de agua, luz y drenaje, pero el abandono tiene a las calles —como lo dijo doña Graciela—, “horrendas y peor que si fueran el puro cerro pelón”. La falta de atención de las autoridades ha propiciado que “los mismos vecinos caigamos en el desencanto, y que por eso haya muchos terrenos baldíos, y que por eso mismo dejan escombro y basura en las calles”, según la doña.

“Otra cosa sería si nos pavimentaran las calles y empezaran muchos a vender; yo le aseguro que entonces sí se cotizarían los lotes a como se están cotizando en los fraccionamientos de alrededor, al fin y al cabo que es la misma zona”, razonó Graciela Gough Miranda.