Cincuenta y siete años del sacrificio de Emiliano J. Laing

**Personaje proscrito de la historia oficial, pero recordado por el pueblo al que él defendió con su vida. **Se le considera un héroe local, y una colonia de Delicias lleva su nombre con orgullo.


Cincuenta y siete años del sacrificio de Emiliano J. Laing

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2011, 14:34 pm

Por Froilán Meza Rivera

Ciudad Delicias, Chih.— Alberto Talavera Domínguez llegó a Delicias un año antes de su fundación, y es de las escasas personas que pueden decir que vieron nacer a esta más que septuagenaria ciudad.

Casi nadie lo recuerda, pero la primera escuela primaria de la localidad no fue la famosa 305: fue la Melchor Ocampo, que pronto desapareció, y aun antes, en estas tierras había la escuelita informal de la Loma de Pérez, donde antes del nacimiento de Delicias, la señorita Quica atendía a los niños en una escuelita rural.

Testigo viviente de toda la historia de la ciudad, don Alberto trabajó en 1949 como electricista para la Presidencia Municipal en la gestión de Emiliano J. Laing, el líder de la insurrección henriquista en 1954.

Recuerda con admiración a J. Laing, cuya memoria fue proscrita de la historia local por las posteriores administraciones municipales. "Mire, esta plaza (la Venustiano Carranza) fue obra de él, y aquí está todavía, bien bonita".

La glorieta y el reloj municipal fueron construidos asimismo en la gestión de J. Laing, lo mismo que el Hospital Regional y los lavaderos públicos: "los lavaderos estaban en la esquina que ahora ocupa el hospital del ISSSTE, y después hicieron otros allá atrás de la escuela del pozo".

Don Alberto es la única persona en Delicias que no falla cada año en la tumba de Laing, quien era una persona progresista, pero sobre todo, justiciera: "Él, lo que quería era que la gente de dinero no fuera abusona, y que los pobres no fueran güevones".

"Eran ideales muy buenos, pero muy adelantados para su época", opina el anciano.

Entonces, ¿quién fue Emiliano J. Laing?

J. Laing fue presidente municipal de Delicias en el trienio de 1947 a 1949. Desde siempre, la gente del pueblo lo ha considerado como el mejor alcalde de esta comuna, y su historia se cuenta a retazos, de manera clandestina, porque hoy en día, a más de medio siglo de su muerte, ninguna administración municipal ha reivindicado su figura histórica.

Emiliano fue la cabeza principal, en esta región, del henriquismo (movimiento político-electoral encabezado por el general Miguel Henríquez Guzmán, quien, después de que intentó obtener la candidatura del PRM en 1945, reapareció en 1950 en la lucha por la presidencia de la república, que llevó hasta el punto de participar como candidato de oposición cuando su precandidatura no fue considerada por el partido oficial. La candidatura henriquista, postulada formalmente por la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano en 1951, se convirtió en el eje de un enfrentamiento político y social contra el régimen de Miguel Alemán. Quienes se integraron al henriquismo argumentaron como razón fundamental de su inconformidad, el abandono del llamado “proyecto de la Revolución Mexicana” por parte de la casta gobernante.

Cuando se supo que quien triunfó en las elecciones fue el candidato Adolfo Ruiz Cortínez, Emiliano J. Laing se centró en preparar una revuelta popular armada. El levantamiento se fue forjando en reuniones clandestinas, atizado por el descontento de los henriquistas ante la tibieza mostrada por el propio Henríquez, quien fue posponiendo y posponiendo la fecha de una fantasmal insurrección nacional. J. Laing pensó que lo mejor era adelantarse, dado que los habían dejado “colgados”. Entre los planes de los conjurados estaba fusilar a sus enemigos y hacerse de recursos con el asalto a bancos, con lo que algunos no estuvieron de acuerdo y terminaron por delatarlos ante el Ejército y la policía municipal.

El 15 de enero de 1954, provistos de armas antiguas y escasas, con un mermado contingente a bordo de tres camionetas a las que se debería de sumar una más, los insurrectos atacaron a balazos la Comandancia de Policía de la localidad, donde se generalizó una balacera entre los atacantes y los policías defensores de las instalaciones. La cuarta camioneta, en que viajaba Laing, llegó mucho después. Este contingente atacó el cuartel del Decimoséptimo Cuerpo de Caballería. Muertos unos a causa de la metralla, otros huyeron al verse en total desventaja. Ahí cayó el mismo Emiliano, con la cabeza destrozada por un disparo.

“Causa de la defunción: arrendamiento del cráneo por proyectiles de arma de fuego”. Así, textualmente, dice el dictamen de los médicos Salvador Daw Terrazas, Josué Martínez Berumen y Julio Moriel, sobre la muerte de Emiliano J. Laing Agüero, el expresidente municipal asesinado hace 54 años.

Ese día murió Emiliano J. Laing, pero nació la leyenda y la veneración de varias generaciones de delicienses que nunca olvidaron la epopeya y el sacrificio del que consideran que fue el mejor presidente de su municipio.