Chihuahua, un “peso ligero Jr.” de la política nacional

**...Documentos que nos ponen en sitios poco honrosos, como el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, que puso a Chihuahua como el estado con el promedio de vida más bajo, con 67 años para los varones.


Chihuahua, un “peso ligero Jr.” de la política nacional

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2015, 08:41 am

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

Chihuahua perdió peso, en todos los sentidos. El estado que se precia de ser el “más grande” (cuando en realidad es el más extenso) y que en otra época se pavoneaba frente a otras entidades de la República por la cuantía de sus exportaciones, ahora puede decir que es un “peso ligero” frente al resto del país.

Lo mismo en demografía: Chihuahua “aporta” 3 millones 710 mil 129 mexicanos a la masa poblacional del país, apenas el 3 por ciento del total, y eso que tiene terreno de sobra para albergar a más pobladores.

Ya ni siquiera es el puerto de llegada de miles de migrantes originarios de estados del sur que buscaban irse de “mojados” hacia los Estados Unidos: cifras del Consejo Nacional de Población, la Conapo, indican que Chihuahua tuvo un decrecimiento en materia de migración interestatal de menos 7,841 personas. Ya no somos, pues, ese “refugio para la República”.

Recientemente salieron a la publicidad otros documentos que nos ponen en sitios poco honrosos, como el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, que puso a Chihuahua como el estado con el promedio de vida más bajo, con 67 años para los varones, y el que más tiempo tardaría en alcanzar un IDH alto, similar al del Distrito Federal.

Podríamos seguir con la cuenta de datos que nos ponen en sitios donde no nos gusta vernos, como el empleo, donde Guanajuato tuvo un crecimiento mayor al de Chihuahua, a grado tal que en 12 años rebasó a Chihuahua en cantidad de empleados, o en el índice salarial, estadística en la cual el estado donde vivimos se fue hasta el lugar número 18.

Si así andaban las cosas en otros conceptos de la dinámica social, no podían ser distintos los resultados en materia política: Chihuahua no es más un “banco de votos” para ningún partido, ni siquiera para el PRI o el PAN, que han tenido dominio sobre los poderes del estado y los municipios más poblados del país.

Al PRI, por ejemplo, ya no “pinta” a la hora de contabilizar la aportación de votos al caudal que se necesitaba para aumentar su presencia en la Cámara de Diputados a través de la asignación de diputados plurinominales, ya que consiguió míseros 294,123 votos de los 11 millones 600 mil—números cerrados—que consiguió en todo el país.

La pérdida de peso para el PAN es aún mayor, pues le dio a su partido 209,191 votos de los casi 9 millones obtenidos.

Qué lejos se ve aquel 2004, cuando Chihuahua le dio coordindor parlamentario y vicepresidente del Senado al PAN, en las personas de Francisco Barrio y César Járuegui Robles, respectivamente; cuando el presidente de la influyente Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados era el chihuahuense Gustavo Madero, o la de Desarrollo Municipal, con el juarense Ramón Galindo. Vaya, hasta un secretario de estado había, con Eduardo Romero en la Secretaría de la Función Pública.

El gobernante PRI no puede tampoco hacer cuentas gratas, pues no tiene secretarios de estado; sus senadores no presiden comisiones importantes, como tampoco sus diputados.

Chihuahua perdió peso y en eso deberían pensar quienes están haciendo cálculos de que un gobernador de esta entidad podría llegar a la Presidencia de la República. No se puede buscar la pelea estelar por el título de los pesos pesados cuando se está en la división de los “Ligero Jr”.