Chihuahua: trescientos cuatro años de brega por la justicia social

A la ciudad revolucionaria con orgullo, en su lucha por un mundo mejor.

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2013, 23:37 pm

Chihuahua, Chih.- Hace ya 304 años Chihuahua fue fundada, tras el voto del general Antonio de Deza y Ulloa, quien decidió la disputa de 16 vecinos notables que votaron en aquel entonces para la fundación de El Real de Minas, ocho a favor de traer el real de minas a la zona del Río Chuvíscar, siete a favor de dejarlo en Santa Eulalia. Deza tomó entonces un voto neutro de Ignacio Rodríguez Gallardo, añadió el suyo propio, y consiguió el resultado de 9 contra 7 a favor del río.

Un puñado de personas habitaba los recién formados centros poblacionales, pero desde entonces había oprimidos, los indígenas, conchos y rarámuris que ya se veían sojuzgados por los españoles que llegaron al territorio que actualmente ocupa Chihuahua, reclamando la tierra par así y los Reyes españoles. Igualmente, la casta mestiza y los propios hijos de europeos pobres, peones en las minas y en las fincas ganaderas, en los beneficios metaleros y en trabajos serviles en el medio urbano.

Chihuahua ha avanzado mucho desde entonces, al igual que la población oprimida que día a día tiene que hacer verdaderos milagros para sobrevivir, ahora no sólo indígenas sino mestizos que se encuentran en situación de pobreza en la ciudad de Chihuahua.

Chihuahua, capital del estado que lleva el mismo nombre, cuenta con miles de habitantes indígenas que nutren con su mano de obra fuerte y decidida las fábricas y las constructoras, sin embargo no cuentan con un representante en el Cabildo, como lo marca el artículo 2 constitucional. Los mestizos que trabajan como obreros, como campesinos, que sacan adelante a sus familias, luchan a diario por el reconocimiento de sus necesidades y sus urgencias.

A 304 años de su fundación, el Real de Minas de San Francisco de Cuéllar, posteriormente la villa de San Phelipe el Real, sigue siendo una tierra de hombres y mujeres fuertes y tesoneros que se enfrentan no solo a las vicisitudes climáticas y ambientales, sino a las injusticias sociales que perduran y se añejan y arraigan en la tierra.
En estos 304 años, Chihuahua ha estado en la historia de las luchas sociales del país. En Chihuahua, Benito Juárez fue acogido en cada población por donde pasó, y en esta leal villa fue nombrado regidor honorario. Aquí gobernó Pancho Villa, por aquí conquistó el norte del país y la gente de Chihuahua engrosó las filas revolucionarias; aquí Villa erigió el mausoleo donde deseaba reposar después de su muerte. Después de la segunda mitad del siglo XX decenas de movimientos estudiantiles se gestaron aquí en la capital del estado grande.

Chihuahua es tierra de valientes, es cuna de la Revolución, y sus habitantes son gente revolucionaria. Desde hace más de 30 años Antorcha Campesina, que ahora lucha desde otros frentes como el obrero, el estudiantil, el magisterial y el popular que integran actualmente el Movimiento Antorchista Nacional, se encuentra en Chihuahua organizando a su gente.

Infraestructura eléctrica, pavimentación, mejora de viviendas, ayuda alimenticia, becas escolares, infraestructura educativa, infraestructura social como salones comunitarios, eso y más es el fruto de la lucha de los antorchistas chihuahuenses, que han luchado organizados por una mejor calidad de vida.

“Somos de Chihuahua, nosotros luchamos para vivir mejor”, dijo una de las líderes populares de Chihuahua que habita una de las colonia más marginadas de esta ciudad que hace ya 304 años nació para albergar a su población.