Chihuahua: tan lejos del DF ...y de Peña Nieto

Por: Alejandro Salmón Aguilera


Chihuahua: tan lejos del DF ...y de Peña Nieto

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2013, 20:43 pm

Una parte del sector privado de Chihuahua externó su descontento hacia la gestión del presidente Enrique Peña Nieto durante sus primeros nueve meses en el cargo (1). Acaso tengan razón, porque las políticas públicas y los programas de gobierno iniciados durante su gestión no le han “pegado” a Chihuahua como estado ni a Juárez como sub-región, una muy compleja que requiere un trato particular.

Uno de los principales reclamos que le hace el empresariado local al gobierno de Peña Nieto es que no haya cumplido con las expectativas de crecimiento económico que ofreció cuando era candidato y, de hecho, durante los seis años de “pre-candidatura”.

En la víspera del primer informe de Gobierno, el Banco de México dio a conocer que, durante el segundo trimestre del año, la economía del país había decrecido con respecto al período inmediato anterior, lo cual apunta a que el 2013 termine con un magro índice de crecimiento o bien, en franca recesión. Eso no fue lo que prometió el equipo político del actual presidente cuando hizo que la población le otorgara 18 millones de votos.

En Chihuahua ya se resiente el efecto: hay un incremento en la creación de empleos, a grado tal que ya se alcanzó la cifra de 716 mil. Buena cifra, ni duda cabe, el problema es que se parece a una que hubo hace seis años y aún está lejos de los 731,866 de octubre del año 2000. Es decir, que estamos con menos empleos que hace 13 años.

Aunque Chihuahua dejó los primeros lugares en desempleo, siguió en la media tabla de los salarios, con un mediocre ingreso diario por trabajador de apenas 246.38 pesos, según cifras del IMSS. Ese es un factor macro económico que no puede ser responsabilidad más que del Gobierno Federal.

Por si fuera poco, ese discreto aumento en el empleo ha servido para que el Gobierno Federal coloque a Chihuahua fuera de un escenario de contingencia y, por lo tanto, le recorte participaciones y reparto de programas específicos dirigidos a la pobreza. Nada más hay qué ver cuánto le quitaron a Juárez porque, según los parámetros del Gobierno Federal, ya ha reducido sus márgenes de miseria.

Acaso la cereza de un pastel que le dio a Chihuahua una delgadísima rebanada fue el hecho de que Batopilas, uno de los municipios más pobres del país, con rangos de desarrollo humano de país altamente subdesarrollado, no quedó incluido en la llamada “Cruzada contra el hambre”, el programa asistencial estrella de la administración Peña Nieto.

Esa podría ser “la cereza”, pero bien podría tener dos: el hecho de que Chihuahua haya quedado prácticamente eliminado del Programa Nacional de Infraestructura: sólo un tramo carretero, el de Guadalupe y Calvo a Badiraguato, Sinaloa, quedó incluido en el proyecto de obra del actual sexenio.

A cambio nos dieron permiso de endeudarnos con bonos carreteros, gastarnos ese dinero en hacer obras contempladas desde hace años, y todavía tengamos qué dar las gracias.

Así le fue a Chihuahua en estos primeros 9 meses de gobierno peñista, y no hay indicio de que las cosas vayan a mejorar.

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[1(1) El Diario, septiembre 3 del 2013