Chihuahua, con cifras de inseguridad tipo ’’Max factor’’

**Aún con esas cifras maquilladas, la ciudad de Chihuahua resultó la más violenta del estado, la cuarta del país y la número 27 del mundo.


Chihuahua, con cifras de inseguridad tipo ’’Max factor’’

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2014, 09:28 am

Por: Alejandro Salmón Aguilera

En el estado de Chihuahua, hay indicios de un manejo “Max Factor” de estadísticas en torno a la incidencia criminal. Es decir: que recibieron una gruesa capa de maquillaje antes de presentarlas ante la opinión pública o, lo que es peor, ante el El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SE-SNSP).

La organización civil “Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, A.C.” difundió este mes su acostumbrado reporte sobre la incidencia delictiva del año recién concluido, el cual se basa en cifras oficiales de cada uno de los países que analiza.

En el caso de México, la organización que dirige José Antonio Ortega se bastó tanto en los informes de la SE-SNSP como del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el INEGI, el cual es el órgano gubernamental facultado para levantar y ordenar estadísticas del país de cualquier tipo.

Al hacer ese cruce, la organización—cuya filia conservadora no demerita su rigor académico—se encontró con que al menos tres ciudades del país habían “maquillado” sus cifras de criminalidad y una de ellas es Chihuahua, capital.

Según el mencionado informe, el municipio de Chihuahua le reportó al SE-SNSP un total de 363 homicidios cometidos en 2012, mientras que el INEGI registró 587, es decir, un 61.71% más.

Aún con esas cifras “Max Factor”, como se suele referir en el argot estadístico al intento por manipular la realidad, la ciudad de Chihuahua resultó la más violenta del estado, la cuarta del país y la número 27 del mundo.

Sin embargo, la cifra real recogida por el INEGI ubicaría a Chihuahua en el lugar número 12, con una tasa de homicidios de 69.56 por cada 100 mil habitantes.

La práctica de maquillar cifras es común en México y equivale a hacer un fraude, no sólo publicitario, sino también político e incluso de tipo administrativo, pues se le ocultan cifras reales a la autoridad encargada de procesarlas, que en materia de delito sería el SE-SNSP.

Con esos indicadores maquillados, se nos quiere hacer creer que la seguridad ha sentado sus reales en Chihuahua y que la incidencia de hechos violentos se debe a situaciones aisladas o a litigios entre particulares.

Cada vez que ocurre un homicidio múltiple o un asesinato al estilo del crimen organizado, la respuesta inmediata—las respuestas, mejor dicho—van en el sentido de que se trató de un problema particular e, inmediatamente después, se hace el comparativo para afirmar que estamos mejor que hace tres años.

A estas alturas, ya no nos interesa si estamos mejor que en el año 2010: lo que queremos es que el día de hoy esté mejor que el anterior, y que las condiciones de inseguridad se resuelvan de manera real, y no simulada, como tal parece que ocurrió en Chihuahua.