Centroamérica: Violencia de género y homicidio en el sector agrícola

**Al menos 14 mujeres fueron asesinadas por trabajar para que las hondureñas tengan acceso a terrenos para realizar sus cultivos y alimentar a sus familias.

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2014, 17:30 pm

En Honduras y Guatemala, al menos 14 mujeres que se desempeñaban como líderes agrícolas fueron asesinadas en los últimos dos años, afirmaron representantes de mujeres rurales, indígenas y campesinas que estuvieron la semana pasada en Lima, en la Cumbre de los Pueblos.

Esa actividad se desarrolló en el marco de la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP20), encuentro mundial que concentró a políticos, especialistas y ambientalistas que pretenden que sea creado un fondo destinado a acciones que frenen el daño al planeta.

María Villanueva, coordinadora de Mujeres Campesinas de Honduras, detalló que las mujeres fueron asesinadas por trabajar para que las hondureñas tengan acceso a terrenos para realizar sus cultivos y alimentar a sus familias.

“Ahora legalmente tanto en Guatemala y Honduras son los países que están sufriendo más fuerte el tema de la persecución y criminalización de liderazgos”, dijo María Vásquez, de Red MURIC.

El último homicidio de una líder agrícola ocurrió en agosto, en Honduras. Margarita Murillo fue asesinada por exigir igualdad de oportunidades para que las hondureñas tuvieran un espacio para cultivar sus frutas y hortalizas, lamentó Oxfam.

La cantidad de líderes atacadas podría ser mayor debido a que los registros oficiales no son clasificados por esa causa, explicaron las representantes agrícolas.

La persecución de los activistas, según los informes del Foro Centroamérica Vulnerable, también ocurre en los hombres.

Honduras es uno de los países que conforma el Triángulo Norte centroamericano, la región más peligrosa del mundo. Ese país tiene la tasa más elevada de homicidios.

Según datos oficiales, más de 3.000 mujeres han sido asesinadas en los últimos 10 años. Villanueva lamenta que la criminalidad se sume a los obstáculos que tienen las mujeres para desarrollarse. La activista afirma que la ausencia de justicia promueve más delitos.