Casas estudiantiles, verdaderas alternativas para seguir estudiando

**Se pueden contar por cientos los que hoy son destacados profesionistas de distintas ramas, y que en sus inicios como estudiantes, se formaron en el espíritu de trabajo, estudio y disciplina que se inculcan en la Casa del Estudiante de Monterrey.


Casas estudiantiles, verdaderas alternativas para seguir estudiando

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2017, 16:00 pm

Por Luis Alberto Maldonado García

Las casas estudiantiles se crearon bajo la necesidad de darles condiciones materiales a los estudiantes que se alojan en ellas, con el objetivo de proporcionarles techo, comida, y una educación integral que ayude al desarrollo y formación del hombre nuevo.

La Casa del Estudiante de Monterrey fue creada en el año de 1987 en el estado de Nuevo León en el centro de la capital; conseguirla no fue fácil, pues fue una lucha constante y sin descanso para obtener finalmente un inmueble para poder alojar estudiantes, en su mayoría universitarios que asistían a la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Estas casas, a más de 20 años de existencia en Monterrey, han formado a cientos de estudiantes que en su mayoría provienen de familias campesinas y obreras.

Se pueden contar por cientos los que hoy son destacados profesionistas de distintas ramas, y que en sus inicios como estudiantes, se formaron en el espíritu de trabajo, estudio y disciplina que se inculcan en estos albergues creados y promovidos por el Movimiento Antorchista. Los hay quienes se desempeñan como profesores, hay ingenieros agrónomos, abogados, educadoras, sicólogos… en fin, todos ellos tienen en común haber sido parte de este proyecto educativo del que hoy nos sentimos orgullosos en Nuevo León.

México atraviesa por una severa crisis en el sistema educativo nacional, pues según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con datos del año 2016, reveló que México está posicionado en los últimos lugares en lo que respecta a la ciencia, a la lectura y las matemáticas, entre los países que integran este organismo. Esto quiere decir que se necesita hacer algo por la educación de nuestro país, algo urgente y profundo, que vaya a la raíz del problema con propuestas que sirvan para transformar la educación superficial y de tercera que se nos otorga, por una educación que privilegie la investigación científica, el desarrollo tecnológico, y que inculque en los estudiantes los más altos principios humanistas y justicieros.

Es por eso que el Movimiento Antorchista Nacional en todos los estados de la república mexicana se ha dado a la tarea de fundar casas estudiantiles con la finalidad de una verdadera alternativa para seguir preparándose académicamente.

En el estado de Nuevo León, a 30 años de la fundación de las primeras casas estudiantiles promovidas por el Movimiento Antorchista, se continúa con la lucha por mejorar las condiciones en que se albergan los muchachos, y es por eso que, gracias a las gestiones de los diputados antorchistas, se autorizaron recursos federales para construir un albergue en la comunidad de San Fernando, municipio de Galeana, dentro de la zona conurbada de Monterrey, con una inversión de 22 millones de pesos, y en donde se albergarán estudiantes de las comunidades alejadas del municipio.

En los albergues estudiantiles, además de dar condiciones materiales, se fomenta la lectura, la cultura, el deporte como disciplinas que ayudan al joven a que sea culto, ordenado y sensible ante los problemas sociales.

Las casas se manejan con un reglamento interno en el que se privilegian la disciplina y el orden como herramientas necesarias para la formación y educación de los que serán los nuevos ciudadanos productivos para la patria. Se fomenta el trabajo en colectivo, también, para que ellos mismos se den cuenta de que un ser aislado no puede conseguir los mismos alcances que los que se logran con el trabajo en común. Y estas enseñanzas sí pueden producir un cambio en el joven, haciéndolo más sensible, más culto, más preparado y con un sentido muy amplio de la solidaridad social.