Candidatura del PAN: una baraja que no alcanza para hacer el “pokar”

**No les queda más que esperar el surgimiento de un resentido del PRI que le reste votos al candidato priista que será igual de tenue, escaso y poco atrayente.


Candidatura del PAN: una baraja que no alcanza para hacer el “pokar”

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2015, 08:30 am

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

En el Partido Acción Nacional circula la pregunta, auto-pregunta podría decirse, de quién puede ser el candidato al Gobierno del Estado de Chihuahua. Quién, después de la estrepitosa caída de Mario Mata, el favorito de los grandes aportadores de dinero a las campañas panistas, quedaron muy pocos “ases” en la baraja y tal parece que ésta se les volvió una tercia que no alcanza a llenar el pokar.

El nombre de Juan Blanco surge de manera casi natural, según nos responden panistas operativos “encuestados” por esta columna. El ex alcalde de Chihuahua y ahora diputado electo “tiene carisma”, nos insisten. “Le cae bien a la gente”. ¿Bien? Habrá que preguntarle eso a las 13 mil personas con credencial de elector que prefirieron anular su voto en el 2009 antes que dárselo al entonces popular candidato a diputado federal.

¿Simpático? Puede serlo, pero no tanto como para encender a la militancia panista de modo que ésta salga a pedir el voto de quienes definen las elecciones, que son los ciudadanos sin preferencia partidista definida.

Blanco está ahí, ni duda cabe, pero no acaba de llenarle el ojo a una buena parte del panismo que ve venir en su candidatura una larga guerra de lodo de esas que fastidian al elector. Cuidado con una de esas campañas que alejan al electorado y propician el abstencionismo. Ahí no gana el PAN ni por default.

¿Quién más, entonces? La baraja se reduce cuando se le pone asterisco a la candidatura de Juan Blanco. Gustavo Madero no quiso ser el coordinador parlamentario del PAN y ha dicho que tampoco quiere ser candidato al gobierno de Chihuahua. No obstante, hay panistas que aún le ven cara de candidato y otros a los cuales no les agradaría verlo de regreso a su ciudad natal investido de abanderado de su partido para el Gobierno del Estado. No lo descartan, pero tampoco les provoca un brinco de felicidad.

De Javier Corral ya ni se habla. Su decisión de entrar a la contienda por la presidencia del PAN lo dejará lo suficientemente desgastado como para que el panismo de Chihuahua lo considere para ser su candidato. Además, no se ven condiciones para una coalición con Morena, partido al cual se ha acercado el senador chihuahuense, no para afiliarse ni para ser su candidato pero sí para buscar el respaldo a sus causas. Javier Corral tampoco está descartado pero está anotado con lápiz.

¿Quién queda, pues? En las últimas semanas, la palabra “candidato” comenzó a mencionarse con la optativa de género: “candidato o candidata”. Calladita y sin hacer mayores espavientos, la diputada federal Rocío Reza ha comenzado a soltar su nombre como una posibilidad para la candidatura al Gobierno del Estado. Su nombre se maneja en voz baja pero de manera insistente, sin que retumbe, para dejar que sea ella quien salga con todo el tono a decir que va por “la grande”.

Son pocas las opciones que tiene el PAN en lontananza; no hay mucho de dónde escoger y así como están las cosas, no les queda más que esperar el surgimiento de un resentido del PRI que le reste votos al candidato priista que será igual de tenue, escaso y poco atrayente, pero con una súper estructura detrás de él. Quedan pocas semanas para las maniobras preelectorales, a ver quién más se lanza.