Califica prestigiado criminólogo de “despropósito” la pena vitalicia de Chihuahua

**Este estudioso ha descubierto que las personas que actualizan ilícitos graves incluso, parten de la premisa de que no van a ser capturados.


Califica prestigiado criminólogo de “despropósito” la pena vitalicia de Chihuahua

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2015, 23:00 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

Las penalidades de cadena perpetua son un despropósito del legislador que las aprobó, porque son penas inusitadas que no concuerdan ni con el desarrollo biológico ni con el lapso de vida del ser humano, afirmó el criminólogo Jorge Pesqueira Leal, conferencista

Doctor en Derecho y en Sociología, con maestría en Políticas de Seguridad Pública, y estudios en Criminología y Mediación, Pesqueira Leal consideró que las cadenas perpetuas o las condenas de muchos años de prisión no dan la oportunidad a alguien que cometió incluso un delito grave, de que pueda retornar a la sociedad.

Cuestionado acerca de la penalidad de cárcel vitalicia, establecida en Chihuahua desde el año 2010, el criminólogo consideró que la misma sociedad podría considerar que es poco seria, pero además, es una violación a los derechos fundamentales de la persona

Pesqueira Leal estuvo en Chihuahua para dar una conferencia sobre el sistema de justicia restaurativa que ya está vigente en la Constitución Política del país.

La conferencia “Justicia restaurativa en el marco del nuevo sistema de justicia penal”, que encabezó el criminólogo, actual presidente del Instituto de Mediación de México, S.C., fue organizada por el Observatorio Ciudadano de Prevención, Seguridad y Justicia de Chihuahua y la Fiscalía General del Estado.

Entrevistado después de disertar sobre el sistema de impartición de justicia penal mediante el acuerdo entre las partes y no necesariamente con la aplicación de una penalidad, el especialista dijo que el delincuente es una víctima-victimario, porque “seguramente”, dijo, tuvo una vida llena de adversidades que se generaron en la familia, en la escuela, en el barrio, en el ambiente donde él se desenvolvió.

Mencionó que en el estado de Sonora, donde tiene su residencia, se han aplicado programas de reinserción consistentes en tareas que llamó “profilácticas”, incluso con delincuentes peligrosos, como secuestradores y sicarios.

“Después de 600 horas de psicoterapia individual y de grupo hemos logrado nosotros modificar patrones de conducta”, afirmó. “No son frutos podridos que jamás vamos a recuperar, debeos creer en el ser humano”.

Durante la conferencia, criticó los sistemas de justicia retributiva, los cuales contemplan penas de decenas de años de prisión, con la esperanza de inhibir el delito y hacer que el delincuente no dé el paso hacia el acto criminal.

Sin embargo, continuó, ha descubierto que las personas que actualizan ilícitos graves incluso, parten de la premisa de que no van a ser capturados.

“Es decir, el efecto intimidatorio de la justicia retributiva no tiene frutos. Por no disponer de un sistema de readaptación social al que ya renunció el estado mexicano, la intimidación específica no rinde frutos. La persona que regresa lo que hace es, por lo regular, caer y reincidir y en consecuencia producir un grave daño a la coexistencia pacífica”.

Actualmente, dijo, el estado de Chihuahua dispone de dos vías “que son muy valiosas” para la resolución de conflictos: una es la Unidad de orientación ciudadana y la otra es el Instituto de justicia alternativa.

“Estamos en un modelo que busca que el ser humano cicatrice heridas psico-emocionales, producto de conflictos familiares, escolares; es un modelo de justicia humano que se interesa por los protagonistas directos o indirectos del conflicto, por la víctima, por el ofendido, por el ofensor y por la comunidad”, subrayó.