Banamex, el acoso telefónico y la estupidez robótica

**¿Es posible que en Banamex nadie escuche con atención? ¿Que nadie tenga un gramo de sensibilidad? ¿Y que sean tan malos para cobrar?


Banamex, el acoso telefónico y la estupidez robótica

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2011, 18:48 pm

Hace 3 años empezaron las llamadas.

Comenzaron siendo a las 4 de la tarde de cada miercoles.

Número privado dice el identificador de llamadas.

La persona que llamaba siempre era diferente. A veces una señorita, a veces un joven, a veces alguien que se escuchaba de mayor edad.

Todos ellos preguntaron por un tal "Alfredo Frías García" que desde hace tiempo debe dinero a su tarjeta clásica de Banamex.

Las primeras 4 veces fui amable, les dije con mucha certeza que yo no conozco a ese señor, que nunca lo he conocido y que la línea lleva varios años con nosotros y que yo, ni cuenta tengo con Banamex.

Cada uno de ellos me pedía una disculpa y me decía que no volverían a llamar.

Pero llegaba el miércoles a las 4 e invariablemente se recibía una llamada más, de algún despacho jurídico o del propio centro de cobranza de Banamex. Todos con la misma letanía robótica....y me harté.

Empecé a cuestionar a todo aquel que hablaba que cómo era posible que no hicieran algo al respecto, que yo no conozco a la persona que les debe y que ya estoy cansada de recibir sus llamadas.

Ninguno de ellos dio solución alguna. Pero el que yo haya dejado de ser amable parece haber desatado una alerta en su empresa. Pronto las llamadas empezaron a ser más constantes. Ya no se esperaban al miércoles, empezaron a llamar desde el lunes, luego el miércoles, luego el viernes.

Esta línea es mi línea directa en el negocio, así que cuando no estoy en la oficina, enruto el teléfono a mi celular para contestar las llamadas de mis clientes.

Eso permitió que contestara casi todas las llamadas que han hecho pidiendo por esa persona.

Mi paciencia se fue agotando poco a poco y así, paralelamente la de ellos. Eso supongo, porque traspasaron los límites de la formalidad y comenzaron a llamar ahora todos los días, a diferentes horas.

No siempre contestaba, había veces que podía reconocer cuando iba a ser algún empleado o subcontratado de Banamex y no estaba de humor para regañarlos, así que simplemente dejaba la contestadora y la grabación me servía de evidencia para mostrarles a los habladores anónimos subsecuentes que había decenas de llamadas preguntando por lo mismo.

A veces contestaba mi esposo (con mucho mayor paciencia que la mía, tal vez sólo porque a él le tocaba contestar una de cada 20 llamadas, el resto eran mías).

Algunos de los que marcaban parecían haberse encontrado en varias ocasiones con el mismo problema, el darse cuenta de que estaban siendo hostigadores con quien no tenían porqué hacerlo y me ofrecían información o al menos un poco de comprensión frente a la impotencia que representa el ser víctima del acoso y hostigamiento telefónico sin deber ni un centavo.

Así pude saber que el tal Alfredo Frías García es un cliente de Banamex desde hace más de 15 años y que el teléfono que dio cuando abrió su cuenta nunca fue confirmado. De hecho, no hay registro alguno en Banamex de que en algún momento se haya presentado comprobante de domicilio o recibo telefónico de Alfredo Frías García relacionándolo con mi línea telefónica.

A pesar de ello, Banamex ha motivado una campaña de hostigamiento y acoso telefónico a través de su centro de cobranza y de diferentes despachos jurídicos.

Hace un año, una de los ejecutivos que marcó me dijo que lo yo tenía que hacer era enviar por fax copia de mi comprobante de domicilio, recibo telefónico e identificación del titular de la línea para demostrar que mi número teléfono es mío y no del tal Alfredo Frías. Primero me molesté mucho y le dije que yo no tenía porqué demostrarle a nadie y menos a Banamex que mi línea es mi línea cuando el error es claramente de ellos por no verificar los datos de sus clientes y por soltarle tarjetas a cualquier persona sin comprobar su solvencia.

Pero después del enojo, hice un recuento de todas las llamadas que recibí a lo largo de esos meses. Recordé cómo las llamadas que empezaron siendo una molestia, se convirtieron en un fastidio y terminaron siendo un hostigamiento claro y un acoso interminable que se extendió al grado de recibir llamadas a las 6 de la mañana de un domingo cualquiera.

Así que decidí enviar mis documentos, total, que el teléfono ya lo tenían, mi nombre también y si acaso osaban molestarme en mi domicilio, ello se convertiría en evidencia física que podría presentar en una denuncia.

Envié mis documentos e insistí por teléfono (al área de cobranza de Banamex) que revisaran y me confirmaran de recibido el envío. Me lo confirmaron.

Durante un año la calma volvió a mi hogar y oficina.

Ya no hubo más llamadas pidiendo por “Alfredo Frías García”.

Eso parecía la gloria!

Pero duró muy poco el gusto, ya que la semana pasada comenzaron de nuevo las llamadas. Al principio no pude contestar, así que 4 ejecutivos se quedaron sin su letanía. Pero la primera llamada que logré contestar fue testigo oyente de todo lo que están leyendo ustedes aquí. No le importó y pidió una disculpa por haber llamado a las 8 de la mañana.

El segundo ejecutivo al cual le contesté, marcó el domingo a las 8:30 de la mañana. Volví a decirle lo mismo que he relatado aquí. El dijo que yo tenía que ir a mi sucursal ¿? con lo cual me di cuenta que no prestó atención a nada de lo que le dije… porque lo primero que mencioné es que YO NO SOY CLIENTE DE BANAMEX !!! Así que fue grande mi molestia y le dije que no quería recibir más llamadas de Banamex, que no era mi culpa si un cliente se les escapó y que dejaran de acosarme.

Ayer habló otra señorita a las 8:00 de la mañana y le dije lo mismo, incluyendo el comentario de que si no dejaban de acosarme, los denunciaría.

Bueno, nada de eso funciona.

Hoy, a las 7:30 de la mañana el timbre del teléfono volvió a sonar. Mi esposo y yo nos peleamos el teléfono... y lo gané yo. Contesté y fue lo mismo “Alfredo Frías García”. Mi paciencia se agotó completamente… le expliqué a la señorita que todos los días estoy recibiendo llamadas por un tipo al que no conozco, que esta línea es mía desde hace varios años y que estoy harta de su acoso telefónico diario. Ella volvió a preguntar “pero conoce a Alfredo Frías García?” le dije “ No, todos los s días recibo llamadas preguntando por ese tipo y nunca lo he conocido.”

Su respuesta : “Oiga, por favor cuide ese lenguaje porque yo no estoy siendo grosera con usted”.

Mi respuesta : “Señorita…… Chingue usted a su madre!” y colgué.

3 años de acoso y hostigamiento telefónico (con un año sabático en el inter) yo lo considero una completa grosería y falta de respeto, además de que por cierto, es un delito!

Cambiar la línea telefónico no es una opción para mí. Pero vivir presa del acoso tampoco lo es.

Si alguno de ustedes sabe qué se puede hacer para parar completamente este hostigamiento, les agradecería su consejo.

Atentamente,

Maggie I.