Artesana rarámuri, refugio de niños sin hogar, gobernadora y luchadora social

La historia de Doña Cuca


Artesana rarámuri, refugio de niños sin hogar, gobernadora y luchadora social

Lily Dueñas
Octubre de 2012, 18:52 pm

De Siquirichi Guachochi, Doña Cuca, la Gobernadora indígena de la colonia Tarahumara, es una artesana, que se ha dedicado a rescatar a niños indígenas de las calles.

Cuando niña, creció en Siquirichi, una comunidad agrícola indígena, de la municipalidad de Guachochi, a los 15 años y después de haber vivido en un internado, donde estudió hasta la primaria y aprendió a hablar español, viajó a Chihuahua con toda la intención de estudiar, “Yo tenía muchas ganas de estudiar” cuenta la gobernadora.

Sin embargo estas ganas se vieron truncadas, por su situación de extrema pobreza, en Chihuahua se empeló como trabajadora domestica “trabaje en algunas casas, definitivamente, no me trataban bien” cuenta, insultos humillaciones y estafas, fue por lo que tuvo que pasar.

Hija de dos campesinos, Servando Cruz Bustillos y Josefa Holguín González, Cuca, hija menor del matrimonio que engendró 4 vástagos, fue la única que no siguió la tradición familiar de la agricultura y a fuerza de empeño se convirtió en artesana.

“Con gentes de Bocoyna, vimos como hacer las artesanías, ellos son los que saben, en mi rancho no sabían cómo, todos se dedican a sembrar las pocas tierritas que tienen” recuerda la gobernadora.

En Chihuahua conoció a un joven proveniente de Sojahuachi Bocoyna, de nombre Andrés Hernández González, con quien contrajo nupcias y concibió a Andrés Arturo de 27 años, Janeth de 19 y Kerima de 9 años de edad, quien estudia en la escuela primaria Grabiel Teporaca, que lleva el nombre de un hebreo rarámuri, escuela para la cual Doña Cuca gestionó bardas y trabajo para jóvenes rarámuris como albañiles.

Sin embargo, estos no son los uncidos hijos de Doña Cuca y de su esposo Don Andes, no claro que no, ya que este matrimonio, desde que comenzó ha recibido en su humilde hogar y no importando las estrecheces del presupuesto familiar, a unos 3 niños y jóvenes por temporada, “por ejemplo Andrea que se unió a la familia a los 15 año, ahorita ya tiene 26” rememora.

Uno de los últimos miembros de su familia es un joven e 26 años, que se le junio el año pasado, el y su madre adaptiva Doña Cuca, fueron golpeados y amenazados por miembros de la policía montada, “nos tratan como animales, no ven que somos iguales” cuenta Doña Cuca, que tiene años rescatando a niños indígenas de las calles y la orfandad.

Cuando era una niña, comía frijoles, pinole, tortillas de maíz, quelites, nopales y hasta pescado, era la dieta en la población de donde es originaria, ahora con las ganancias que pueden ir en un pésimo día de unos 20 pesos a un buen día unos 500, solo alcanza para sopa y frijoles, aunque alcanza para todos.

“Arihutea” responde doña Cuca, cuando se le preguntó cuál era su juego favorito de niña, la Arihueta es una competencia indígena que puede durar varios días, y es el girar un aro por la tierra haciéndalo avanzar por medio de una varilla, “siempre me gustó mucho el basquetbol, aun lo juego cuando puedo” cuenta con una picara sonrisa.

Como gobernadora de la colonia Traumara lleva 3 años, cuenta que la principal problemática ahí, son las adicciones a las drogas y el alcohol, “Hemos buscado ayuda, en gobierno en particulares peor no nos la dan, dicen que no tienen remedio, yo digo que si” afirma la gobernadora.

“No, no me parece pesado mi trabajo, a mi siempre me gusto mucho ayudar a la gente” dice firme, Doña Cuca Cruz Holguín, mientras mese en sus brazados a su nieto de apenas unos meses de nacido.