Aprende el abecedario ¡A sus 101 años!

**Con siete hijos y más de 80 nietos, ‘Doña Chuyita’ asegura que le gusta dibujar y elaborar manualidades.


Aprende el abecedario ¡A sus 101 años!

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2013, 14:26 pm

Romita, Gto.- Un siglo después de su nacimiento, María de Jesús Ramírez aprendió a leer y escribir y animó a dos de sus hijos, de 75 y 64 años, a seguir su ejemplo para estudiar juntos la primaria en las aulas del Centro Gerontológico del DIF.

A sus 101 años, doña “Chuyita” logró la certificación del Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (INAEBA) por aprobar los tres niveles de alfabetización, lo que la convierte en la primera persona en Guanajuato con ese reconocimiento oficial a esa edad.

“Me gusta mucho escribir, dibujar y aquí voy a seguir hasta que Dios quiera”, comentó entusiasta doña “Chuyita”, originaria de este municipio en el que predomina la actividad agrícola.

Sobre un cuaderno desliza un lápiz y redacta: “Gracias a todo el personal por acompañarme en esta hora”, enseguida lo lee en voz alta y sonríe esperando la aprobación de sus maestros.

De acuerdo con los registros del DIF, hace nueve años María de Jesús Ramírez Ramírez ingresó a los talleres artísticos y de actividades físicas y más adelante se inscribió en alfabetización.

La alumna de mayor edad

En un periódico mural del Centro Gerontológico se exhiben las fotos en las que aparece la alumna “Chuyita” festejando su cumpleaños con velitas que forman el 101, rodeada de sus hijos, compañeros e instructores.

“Sabe leer y escribir, sumar y restar; se ha convertido en un ejemplo para la institución y para los alumnos que por ahí a veces dicen que no se puede cuando tienen 20 ó 30 años menos que ella y quieren claudicar”, comentó el coordinador de zona de Romita del INAEBA, Heriberto Tejeda Ortega.

En su adolescencia, su padre la metió tres años a la escuela, a los 12 años, pero no logró concluir ni el tercer grado. Sonriente comenta que ahora está haciendo “lo que no pude hacer de niña”.

“Ir a la escuela me hace feliz, porque lo que no estudié cuando estaba yo joven lo estudié ahora ya de vieja; me gusta mucho”, comentó doña “Chuyita”.

Doña María de Jesús es viuda, tiene siete hijos, entre ellos dos mujeres, más de 80 nietos, “todos ya macizos”, y rebasa los 60 bisnietos, de los que dice “ya hasta la cuenta perdí”. Se dice contenta por la familia que tiene.

Sus hijos Dominga y Román Reyes Ramírez, de 75 y 64 años, que en su niñez no estudiaron la Primaria por razones económicas, en esta etapa de su vida tomaron el ejemplo de su madre, ahora cursan la Primaria y con ella acuden a clases.

“A mí me gusta mucho dibujar, hacer cosas manuales, porque todo nos enseñaban las maestras. Por eso les digo que todo lo que ponían hacíamos, porque a eso veníamos”, comentó María.

Recordó que desde que se inició en el programa de alfabetización, parientes y vecinos le dicen: “‘¿Ya para qué va?, ya no ande yendo’. Yo les digo que mientras mire y pueda aquí voy a estar y los invito a que vengan a estudiar. A mí me encanta”, dijo.

En su niñez era difícil ir a la escuela. Hoy la situación es otra, pero aunque a los adultos se les invite a estudiar, muchos no quieren o no hacen caso, dicen: “¿Para qué si ya estoy viejo, si ya voy de salida”, dijo doña “Chuyita”.

‘¡No me duele nada!’

María de Jesús presume que está viejita, pero no le duelen los pies ni las manos, sólo tiene menos fuerzas cada día.

En su casa es una mujer independiente. “Ella sola se lava, cose la ropa, cocina, lava trastes y barre”, afirmó su hijo menor.

Román Reyes es quien la lleva y trae de su casa, en la cabecera municipal, a la unidad de geriatría. Antes de salir se arregla, se pone aretes, reloj, una pulsera de y una medalla con una imagen religiosa.

Confesó que cuando su mamá comenzó a acudir a las clases de danza y alfabetización, trataba de desanimarla, porque temía que se cayera y lesionara, pero al verla tan contenta, decidió tomarla como ejemplo. “Mi madre me da fuerza”, aseveró.

“Como ella se siente feliz con lo que hace, entonces yo también. A mí también me gusta escribir, me ha gustado seguir. Como le digo a la maestra lo que ya lo sé, lo sé, pero quiero aprender más, por eso estoy en primer año de primaria”, comentó Román.

“Ahora hasta le ayudo a mi madre en sus tareas”, bromea mientras la abraza.

Doña “Chuyita” expresó que si Dios se lo permite, el 12 de enero próximo cumplirá sus 102 años de vida en compañía de sus hijos, quienes este año la festejaron con una misa y una fiesta con música.

Panorama

 Según la Secretaría de Educación de Guanajuato 300 mil analfabetas viven en el estado.

 1 millón 340 mil 348 alumnos de primaria ingresarán en este ciclo en la entidad.

Integridad física

 En su adolescencia, su padre la metió tres años a la escuela, a los 12 años de edad, pero no logró concluir ni el tercer grado.

 María de Jesús presume que aunque está viejita, no le duelen los pies ni las manos.

 Sin embargo, dice que necesita un aparato auditivo para mantener la comunicación con los demás y seguir en la escuela.

 Es una mujer independiente: lava, cose, cocina, lava trastes.

 Está en plenitud de sus facultades mentales.