Antorcha promueve el deporte: Primer Torneo Nacional de Futbol

**Pero el futbol como todas las grandes creaciones de la cultura, no le pertenece al pueblo como debiera. Los que juegan organizadamente son muy pocos, las grandes masas sólo son espectadoras o a veces ni eso.


Antorcha promueve el deporte: Primer Torneo Nacional de Futbol

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2017, 17:00 pm

Por Lenin Nelson Rosales Córdova/ Dirigente estatal del Movimiento Antorchista en Chihuahua

Los antorchistas pensamos que el deporte tiene inmensas cualidades formativas en los jóvenes. Pero sólo un cuatro por ciento de la población mundial y un 6.5 de los mexicanos practican el fútbol, estas cifras tan pobres coinciden con los datos que proporciona el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que dice que la mayoría de los mexicanos mayores de 18 años no realiza alguna actividad física o algún deporte; llama la atención que el de las mujeres, es el sector más numeroso de la población, que según la estadística oficial, no hace ejercicio y constituyen el 58 por ciento contra un 41 por ciento de los hombres; los jóvenes son los más activos pues la población de 18 a 24 años es la que más ejercicio realiza. A la falta de tiempo como principal motivo para no realizar ejercicio o practicar algún deporte se suman el cansancio, el trabajo y la pereza.

Pero si la falta de tiempo, las jornadas extenuantes de estudio y/o trabajo y la educación que recibimos el grueso de los mexicanos a través del sistema educativo y de los medios masivos de comunicación, de que no vale la pena esforzarse por mejorar y crecer como individuos y comunidad a través del deporte o el estudio, herramientas indispensables para el mejoramiento del ser humano, el sistema de administración de los recursos, llámese gobierno federal, estatal o municipales, no le invierte, sea porque no lo consideran importante o porque meditadamente lo hacen para no dar más armas de emancipación de ese sistema, a los ciudadanos.

El deporte, el cultivo del conocimiento, muchos de los grandes pensadores de la humanidad lo han dicho y es parte importantísima de la filosofía y práctica de Antorcha, perfecciona al ser humano, lo hace más completo, más dispuesto, más feliz: le da las armas para revelarse contra lo que encierra todas sus capacidades y potencialidades. La negativa a apostarle, en este caso al deporte, se observa sin tapujos en cómo se distribuyen los presupuestos: si a nivel federal se le apuesta a formar deportistas, futbolistas, corredores, ciclistas, etcétera, que aparezcan en campañas publicitarias de poderosos corporativos nacionales y trasnacionales, y se ocupa sólo de aquellos que ya están formados, en los de alto rendimiento o en los que preparan asociaciones deportivas, e invierten lo mínimo, o a veces ni un centavo, en prepararlos desde niños, en ofrecer una educación completamente integral desde el preescolar, en los gobiernos estatales también se observa esta práctica, casi, por sistema.

Como es de esperarse la promoción para la participación inclusiva de toda la sociedad y diseñada dentro de un esquema de educación integral dentro y fuera de los centros escolares en el estado de Chihuahua, tampoco es diferente, el recurso se monopoliza y excluye a sectores amplísimos de la sociedad, sobre todo aquellos que están en la periferia, en los barrios, y por supuesto en lo rural, ejemplo: en el reciente torneo de voleibol nacional que organizó el Movimiento Antorchista, una de las razones para negar el apoyo a los deportistas de Chihuahua que buscaban participar en él, fue que no pertenecían a una asociación reconocida por la Comisión Nacional del Deporte (Conade).

Estas asociaciones obligan a sus asociados, generalmente estudiantes de primaria a superior que pagan sus escuelas con becas deportivas, a pertenecer sólo y nada más a una asociación, en el entendido de que lo para mantener cautivos presupuestos cada año que cubren parte de sus gastos pero principalmente porque les permite decir quién tiene derecho y quién no a practicar el deporte, cualesquiera, en este país, y de ese modo monopolizan contratos millonarios con compañías principalmente para publicidad, pues el deporte en México, como es observable por cualquiera, en su mayoría se concentra sólo en crear “estrellitas”, no mejores seres humanos. Aunque se trate de un Panamericano, una Olimpiada, el lucro va de por medio, ganan con contratos de publicidad de todo tipo; por ejemplo, desde aparecer o visitar determinado lugar de moda, hasta campañas de publicidad masiva. Para poder pertenecer a estas asociaciones, los interesados deben aguantar desde, lo mínimo, malos tratos y amenazas de no pertenecer a ella si no se ciñen a sus exigencias, hasta acoso sexual y hasta prostitución, del conocimiento al interior de estas asociaciones, por cronistas deportivos, periodistas especializados en deporte, entrenadores, por supuesto por los mismos deportistas, pero de lo que no se dice nada, pues de lo contrario no podrán ser libres de practicar profesionalmente una disciplina deportiva.

Eso tan sólo en lo que se refiere a las asociaciones, al final del día, institutos de deporte como el local, el Instituto Chihuahuense del Deporte y la Cultura Física, se limitan a pagar autobuses para traslados o patrocinar uniformes; si es usted una persona que no pertenece a universidades, porque si por otra parte pertenece a universidades, públicas en este caso, como las olimpiadas universitarias que se hacen cada año, buena parte de los gastos de hospedaje y alimentación, en algunas ocasiones traslados, corren a cargo de estos institutos. Es a lo más que se comprometen las oficinas designadas para promover el deporte en los estados.

De los 151 millones 195 mil pesos autorizados para el Instituto del Deporte de Chihuahua de un presupuesto global de 61 mil millones (fuente PEE 2017 publicado en el Periódico Oficial del Estado), en dos de los cuatro programas que contempla el presupuesto del instituto, se dirige por una parte a atletas de alto rendimiento y a los provistos por asociaciones; la cantidad de público objetivo que manejan son números redondos y exponenciados: alto rendimiento 10 mil, 4 mil hombres 6 mil mujeres; vinculación con instituciones y promotores, es decir, asociaciones y particulares, 100 mil, 40 mil hombres y 60 mil mujeres, así tan al ahí se va, no existe ni la seriedad para especificar a cuántos deportistas llegan estos programas, o preguntamos nuevamente, ¿acaso hay el interés?. Cualesquiera que sea el caso, no se menciona, ni por encima, qué del dinero que da cada ciudadano a través de los impuestos está dirigido a ligas de fútbol de barrio, torneos de box, competencias de atletismo, nada. Mucho de esos impuestos los pagan obreros de la maquila, choferes de camión urbano, trabajadores con mini salarios que sostienen todo un sistema de gobierno y que no pueden ni siquiera ver devuelto parte de ese esfuerzo que hacen por sostener a todo un país reflejado en una digna liga infantil de fútbol de barrio.

Si luego observamos lo que le compete al Instituto en cuanto a infraestructura se refiere, se hace cargo junto con las oficinas municipales, del mantenimiento de parques como el lineal de la Cantera o Deportivas como la sur, norte y centro por mencionar los más importantes en la capital del estado, la Deportiva Sur fue el último proyecto que hizo el gobierno estatal, hace dos administraciones, que puede beneficiar masivamente a la comunidad, en casos como ese es cuando se autoriza un poco más de presupuesto para los institutos responsables de la promoción y realización del deporte. La constante es que en ningún caso se habla de programas en centros comunitarios, ligas de barrios, escuelas de fútbol soccer en las colonias más alejadas. Las zonas periféricas no son contempladas en el presupuesto del Instituto, ni las escuelas en el supuesto de que de eso se encarga la Secretaría de Educación y Deporte, se constriñen a atletas de alto rendimiento y asociaciones o promotores.

En el caso de la Secretaría, a la que le fue autorizado para este año 2017 un presupuesto de 5 mil 750 millones 495 mil pesos asignados para 23 programas, de manera general en la justificación del recurso aprobado que se menciona en el documento del Presupuesto de Egresos del Estado, habla de promoción del deporte, no dice en donde, nada más que deben llegar a determinado público objetivo que es el de las escuelas de los niveles básico, medio superior y superior y hasta educación de los adultos, pero igual, se constriñe a las escuelas, nada llega a los barrios, y en las escuelas por otra parte, no hay ligas de fútbol, no hay una olimpiada estatal de voleibol, es decir, no hay en sí competencias específicas para determinado deporte, un encuentro regional anual en el que se hacen garras las escuelas para llevar a lo mejor de sus estudiantes a este, pues no hay una preparación pensada, sistemática, de atletas en las escuelas; hay por el contrario encuentros de bandas de guerra, escoltas, de basquetbol si mucho, pero hasta ahí, y en el caso de los encuentros deportivos como es el caso del basquetbol que es lo que junto con el atletismo por ejemplo se practica más a nivel básico, no natación, béisbol, voleibol, etcétera, no hay un entrenamiento constante durante todo el año, son generalmente las escuelas particulares las que pueden hacer todo el gasto que implica instalaciones y entrenadores para una preparación constante.

Por otra parte, del mantenimiento y construcción de infraestructura de la que también se habla muy vagamente en el presupuesto de la Secretaría, se supone incluye canchas en las escuelas, a lo más, porque como es sabido por cualquier padre de familia, con infraestructura y equipamiento deportivo en las escuelas la generalmente se trata de una cancha de basquetbol que es usada muchas de las veces como campo para soccer, voleibol; las escuelas que llegan a tener extensión extra de terreno, hablando de la zona urbana, generalmente predio de terracería, no necesariamente las usan o habilitan como pistas de atletismo o para campos de fútbol soccer, si es el caso, deben enfrentarse con el entramado burocrático para que la Secretaría de Educación local o federal acceda a realizar esas adaptaciones o construcciones.

En las primarias y secundarias del estado de Chihuahua, como de muchos otros lugares de México, lo que los niños y adolescentes saben de fútbol soccer es porque juegan “cascaritas” en el recreo. Son pocas las escuelas que tienen equipo de soccer; por ejemplo, si los tienen, nuevamente el entrenamiento no es constante, por la rotación de maestros de Educación Física por una parte, y por otra, por la falta de instalaciones adecuadas y específicas para el entrenamiento de determinados deportes.

Aun así, en ambos casos las zonas periféricas, en donde vive buena parte de la población objetivo de la SEyD, no es tomada en cuenta salvo que esté en un aula tomando clases, esta promoción se hace dentro de las escuelas y de eso se encargan mucho los institutos municipales, donde se repite la historia contadísimas excepciones, sea por lo mismo, falta de interés, una estrategia pensada y aplicada por sistema cada vez, o porque su presupuesto es todavía mucho menor, en los presupuestos de las secretarías de Desarrollo o Fomento Social a nivel estatal o las direcciones de Atención Ciudadana o Desarrollo Humano se contemplan recursos para proyectos determinados en las barriadas y zonas rurales, pero nuevamente, se trata de proyectos de cada tanto, o las aspirinas que dan a las demandas que los padres de familia y estudiantes hacen para sus colonias y por un ratito se acaba la molestia del colono pidiendo un área deportiva para su cuadra, para su colonia. Los barrios, las zonas periféricas de las ciudades olvidadas o ignoradas porque sí o a propósito, siguen así, olvidadas.

En el caso concreto del soccer en el estado de Chihuahua, hay copas nacionales universitarias, la copa Telmex de Futbol, por ejemplo y que es particular, la Liga de Futbol del Consejo del Deporte Estudiantil, Campeonato Nacional de Futbol Rápido de Primera Fuerza, la Olimpiada Estatal por ejemplo que es local organizadas por el instituto y en donde compiten diferentes ramas deportivas incluido el soccer y ahí tienen cabida escuelas del nivel básico y medio superior, pero la intervención del instituto se limita a facilitar las instalaciones y promover, eso es todo, los municipios participan con equipos locales sacados de las competencias regionales que hacen las escuelas, pero, de acuerdo con las fuentes consultadas – deportistas y especialistas locales -, aunque se supone apoyados por instancias estatales como esta, hay casos de equipos con uniformes de números en las camisetas hechos con masking tape, materiales de mala calidad, por mencionar algunas de las mínimas dificultades con que se topan quienes quieren practicar un deporte en el estado de Chihuahua y esperan ser apoyados por las instancias oficiales responsables de ello.

En el caso del ámbito universitario –porque no es completamente universitario, la preparación de los deportistas es para pertenecer después a equipos o ser atletas lo suficientemente llamativos para una gran compañía que los use como “gancho” para obtener más ganancias-, generalmente los equipos tienen entrenadores, equipo para jugar y uniformes decentes, autobuses para los traslados a esas competencias, etcétera, pero por ejemplo, en el caso del fútbol soccer colegial, éste ha sido comercializado desde hace décadas (Pumas de la UNAM, nacido como equipo colegial, equipo de primera división y que ha vendido a muchos buenos jugadores a ligas profesionales nacionales y extranjeras), y finalmente los jóvenes son entrenados para figurar de manera individual, no para un trabajo colectivo o en equipo, para “brincar el charco” y buscar hacer fortuna en otra parte porque aquí en México no se puede. Eso es lo que les enseñan, basta escoger al azar una entrevista con un Sánchez, un Luis García o un Pablo Barrera.

La promoción del fútbol soccer en el estado de Chihuahua es así: a nivel particular hay clubes de soccer para niños generalmente desde edad de alumnos de primaria, los costos son usualmente altos y son educados para aspirar a pertenecer a un equipo de primera división comercial lo que incluyen en sus políticas de misión y visión estos clubes como oferta a los muchachos y sus padres, pues, insistiendo, el soccer colegial no es precisamente muy promovido y sirve más bien para localizar prospectos o talentos destacables que sean explotados monetariamente después. Las ciudades que más clubes de este tipo tienen en el estado son Chihuahua y Juárez, alrededor de una decena la frontera con mayor número, y son eso: particulares que tienen como premisa o venden a los padres con más recurso para enviar ahí a sus hijos, entrenarlos para pertenecer a ligas mayores o contactarlos con la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).

En el caso de los equipos de barrio, como por ejemplo un grupo de padres de diferentes colonias de la ciudad de Juárez que se acercaron al Movimiento Antorchista para pedir su apoyo para gestionar ante el Ayuntamiento uniformes y balones, generalmente estos equipos no prosperan por los costos que implican mantenerlos a flote, y son todos los jugadores, hijos de trabajadores asalariados y modestos a los que sus ingresos los condenan a no poder ni siquiera poder ofrecerles a sus hijos la posibilidad de educarse en el deporte también, de acceder a una educación integral digna; cuando estos equipos de las barriadas prosperan, es con el esfuerzo extra de los padres y son patrocinados por el dueño de la ferretería o el súper del barrio, generalmente con más disposición que institutos o administraciones municipales.

Pero el futbol como todas las grandes creaciones de la cultura, no le pertenece al pueblo como debiera. Los que juegan organizadamente son muy pocos, las grandes masas sólo son espectadoras o a veces ni eso. Es por eso que El Movimiento Antorchista, preocupado por esa educación integral a la que tenemos derecho todos los mexicanos, a través de la Comisión Nacional Deportiva, inaugurará este año su Primer Torneo Nacional de Futbol, evento que se realizará durante los días 23, 24 y 25 de junio en la ciudad de México. Están todos invitados a presenciar o conocer a través de las redes sociales, los medios de comunicación que nos difunden y nuestra página en Internet www.antorchacampesina.org.mx, una muestra más del compromiso que el Movimiento Antorchista tiene con el pueblo mexicano, en todos los sentidos.