Alcalde michoacano ordenó a policías ejecutar y callar

**El combustible utilizado para quemar los cadáveres fue traído del propio almacén del Ayuntamiento


Alcalde michoacano ordenó a policías ejecutar y callar

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2016, 13:17 pm

Morelia— Cuando 10 pobladores de Álvaro Obregón fueron arrestados el pasado 30 de julio sin razón aparente, sólo les quedaban unos minutos de vida.

El propio presidente municipal, Juan Carlos Arreygue, los condujo hasta una brecha afuera del pueblo y ordenó a sus policías proceder a ejecutarlos y luego deshacerse de los cuerpos.

"Mátenlos, ya saben qué hacer", instruyó el edil al subdirector de la Policía Municipal, Isaid Reynaldo González, según los testimonios recabados por la Procuraduría estatal entre los mismos mandos policiacos que participaron en el arresto.

El mando policiaco, a su vez, dio la orden de consumar la ejecución a uno de sus comandantes, quien le disparó en la cabeza a cada una de las víctimas.

Los cuerpos fueron después llevados a un paraje del Municipio de Cuitzeo, colindante con Álvaro Obregón, e incinerados.

El combustible utilizado para quemar los cadáveres fue traído del propio almacén del Ayuntamiento de Álvaro Obregón.

"En las declaraciones que hemos tomado queda acreditado que llevaban a las personas y que en un momento determinado, el presidente municipal para la marcha del vehículo e instruye al subdirector de la Policía que proceda a privarlos de la vida.

"El subdirector de la Policía hace lo propio con el comandante para acatar la instrucción que le dieron, privándolos de la vida para después incinerarlos", confirmó a Reforma el procurador estatal, Martín Godoy.

El funcionario reveló que los mandos policiacos que participaron en el crimen fueron amenazados por el edil.

"No nada más les da la instrucción de matarlos, sino además los amenaza de que, quien delate el hecho, le iba a pasar lo mismo", señaló.

De acuerdo con las investigaciones, al menos nueve de los civiles se encontraban el pasado 29 de julio departiendo en una tienda de abarrotes en las orillas del pueblo.

Entre ellos se encontraba Luis Alberto López Guillén, un presunto narcomenudista con quien Arreygue sostenía diferencias personales.

Al lugar arribó una patrulla de la Policía Municipal, que reportó la presencia de López Guillén en el establecimiento y enseguida llegaron dos unidades policiacas más comandadas por el propio alcalde.

El edil ordenó el arresto del presunto vendedor de droga y de todos sus acompañantes, así como el de un menor de 16 años, quien había llegado en forma circunstancial para comprar una memoria de USB.

Todos fueron sometidos y subidos a una camioneta Tacoma propiedad de uno de los detenidos y conducidos a un paraje ubicado a un kilómetro de distancia.

Ahí fueron ejecutados con el tiro de gracia y luego llevados a un predio de la comunidad de San Juan Tararameo, donde les prendieron fuego.

Cuatro eran estudiantes, dos empleados de una empresa de mantenimiento industrial, uno era operador de maquinaria, otro era técnico industrial y uno más estaba desempleado.

Arreygue fue detenido el pasado lunes durante un operativo de la Policía Ministerial.
Agencias