Adelante o atrás

Ramón Ojeda Mestre/ Non, je ne regrette rien

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2012, 09:10 am

Aquiles Serdán Alatriste, al igual que sus hermanos Carmen, Natalia y Máximo, nacieron en la Calle 2 Pte. en Puebla, donde hoy es iglesia Episcopal. Así es la vida. A unas cuantas casas, invitado por el importante científico el Dr. Abel Pérez Zamorano, fui a dar a una conferencia desafiante y provocadora "La Realidad Global: una Visión Crítica" que impartió el líder social con mayor preparación académica, y más profunda catadura intelectual de todos los líderes de masas que conozco, de izquierda, de derecha, de centro, "orgánicos e inorgánicos" y eso que incluyo, desde luego, porque no es hora de regatear, al propio López Obrador y al difunto Fidel Velázquez.

Titubeo con respecto a Lombardo Toledano, el gran maestro poblano, porque lo considero más un filósofo que un caudillo. Hay otros que son verdaderas chuchas cuereras, como el estratega Isaías González de la CROC o aquel elevado amigo y dirigente Ángel Olivo Solís. Pero al que ahora me refiero, por las ideas que expuso en su conferencia brillantísima y sin leer un sólo papel o los repugnantes teleprompters, es al Ingeniero de Chapingo Aquiles Córdova Morán que demostró con razonamientos científicos, objetivos, sistémicos y convincentes, que gran parte de la crisis que estamos viviendo es derivada de fenómenos y estructuras que se han venido dando fuera de nuestro territorio.

A veces parecía un maestro de economía para principiantes, pero en momentos alcanzaba tales horizontes que me hacía recordar a mis maestros John y Ursula Hicks, en otros instantes explicaba a la sociedad, a sus aristas, como si fuera el maestro Caso. Partió de la geopolítica, como debe ser y fijó su punto de partida en los azimuts de la segunda guerra mundial.

Los internautas pueden encontrar en YouTube fragmentos de esa pieza magistral de reflexión política que lo llevaría a la pregunta que Tolstoi inmortalizara en "La Guerra y la Paz": ¿Qué hacer? ante las asimetrías que hoy flagelan a las masas mexicanas y del planeta y nos exponía que no podemos dejar de tomar en cuenta la apabullante realidad que es hoy el libre mercadismo, capitalismo, neoliberalismo o como lo quiera llamar, o la impresionante China donde conviven socialismo e internacionalidad comercial abrumadora.

No soy tan temerario como para tratar de resumir esas tres horas de conferencia incluidas las formidables preguntas que le hicieron científicos e intelectuales de todo el país y que incluían aspectos de economía matemática o de nanotecnología y "un montón de cosas más", como diría Atahualpa Yupanqui. Pero como si no fuera suficiente, al terminar esa sesión doctoral, pasamos a otro salón y empezó una jornada de música y poesía interpretada por antorchistas.

Me quedé azorado de que, después de oír a una muchacha que creo era de SLP cantar a la perfección esa maravillosa pieza de Non, je ne regrette rien, de la inolvidable Edith Piaf, compuesta por Dumont y el suizo Vaucaire, quien hasta hace media hora era un conferencista dialéctico y riguroso empezara a declamar una larga poesía griega clásica. Luego tocaron otros la guitarra, el violín, las percusiones y otros instrumentos, se lució el Diputado Brasil Costa o Juan el coordinador cultural nacional de Antorcha Campesina y que tocó horas de guitarra acompañando a muchachas y hombres que mostraban a un México esperanzador.

Ya encarrerado, el Ing. Aquiles también se animó a cantar, en esa noche bohemia, más extraña aún porque él no toma una sola copa y todos sabemos que si nos dan dos mezcales de Tobalá todos somos Álvaro Carrillo o Agustín Lara. Hay toda una idea social importante en el cultivo de las artes y espero que el próximo sexenio lo recupere. No soy Descartes, pero tengo muchas dudas y es que el que con leche se quema, hasta al jocoque le sopla.

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