Acercamiento entre Cuba y Estados Unidos

EDITORIAL/ La Crónica de Chihuahua

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2015, 22:25 pm

Todo parece indicar que las pláticas entre los presidentes de ambos países pondrán fin al injusto bloqueo económico de más de 50 años impuesto por Estados Unidos (EE. UU.) a la República de Cuba. El pueblo cubano fue castigado por su determinación de vivir libre del dominio del capital; durante medio siglo se impidió que los alimentos, medicinas y muchos otros bienes producidos en el exterior llegaran a la población de la Isla. Y todo en nombre de la democracia, que sirvió como pretexto no sólo para el bloqueo, sino para el constante bombardeo mediático, el espionaje y numerosos intentos de asesinato de sus líderes entre otras muchas agresiones, incluida la intervención militar.

A todo esto resistió el heroico pueblo cubano, en el seno del cual jamás hicieron eco los ataques contrarrevolucionarios ni las promesas de abundancia y bienestar que desde EE. UU. enviaban sus enemigos; no podía engañarlo una democracia en la que las enormes utilidades que obtienen los monopolios no benefician sino a un puñado de capitalistas, propietarios de todos los medios de producción, mientras la mayoría está lejos de tener las comodidades de estos magnates; una democracia que se autoproclama como la mejor forma de gobierno del mundo, pero que reserva para sí el derecho de intervenir en los asuntos internos de los demás países actuando como si fuera el gendarme internacional. De ésa democracia se sacudió valientemente la República de Cuba en 1959 y por ese atrevimiento ha sufrido hasta ahora más de cinco décadas de bloqueo económico.

Pero el imperialismo no consiguió aniquilar a la Revolución Cubana por medio de este criminal aislamiento; en esta resistencia jugó un papel muy importante la política interna de la Isla, cuyo Gobierno revolucionario ha velado siempre por la salud, el bienestar material, la educación y la cultura de sus habitantes; un pueblo sojuzgado no hubiera defendido su proyecto de país, manteniéndolo en pie a pesar de tantos años de incesante acoso imperialista; aquí se demuestra la importancia del apoyo que un pueblo libre le brinda a su Gobierno; de haber estado inconforme, jamás habría derrotado, como lo hizo, a los invasores yanquis en Bahía de Cochinos en abril de 1961.

La unión y la solidaridad de Cuba con todos los pueblos del mundo se explica también porque hace tiempo que en la Isla han desaparecido la profunda desigualdad, que caracteriza a todos los países capitalistas; así se entienden acciones humanitarias de las que no puede presumir el imperialismo, como las brigadas médicas para combatir la epidemia de ébola en países africanos o las misiones alfabetizadoras de los internacionalistas cubanos en muchos países de nuestro continente. El bloqueo norteamericano se estrelló contra esta nueva concepción del mundo.

La política exterior de Cuba contribuyó a vencer el bloqueo al mantener relaciones diplomáticas con países de todos los continentes. El aislamiento que EE.UU. decretó contra Cuba se ha vuelto contra él; lleva 50 años fracasando en su intento por doblegar a la Revolución Cubana; y hoy, muchos países demandan el cese de las hostilidades contra la Isla y el fin del bloqueo; para la mayoría de las naciones ha quedado claro que esta medida es incorrecta, injusta y completamente irracional; y no sólo han establecido relaciones con Cuba, sino que las fueron incrementando; y al interior de la gran potencia imperialista no han faltado voces a favor del cese del bloqueo y del restablecimiento de las relaciones comerciales con la Isla. La actitud abierta del Gobierno cubano y la política al parecer radicalmente diferente del Gobierno de Barack Obama abre la posibilidad y la esperanza de un periodo de buenas relaciones entre ambos gobiernos.