¡A visitar Santa María de Cuevas, joya colonial de Chihuahua!

**La Asunción de Santa María de Cuevas fue fundada como misión visita de San Francisco Xavier de Satevó en 1678.


¡A visitar Santa María de Cuevas, joya colonial de Chihuahua!

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2011, 15:37 pm

Por Froilán Meza Rivera

Santa María de Cuevas.- Verdadera joya colonial de estilo renacentista novohispano, el templo de Santa María de Cuevas, cuya construcción inició en 1678, fue reconstruido con fondos de la Fundación Getty.

El poblado es un seccional municipal de Belisario Domínguez, y es un enclave típico de una comunidad ganadera de esta región regada por el río San Pedro.

Las pinturas del techo, que fueron realizadas al fresco y que son consideradas como una obra maestra de la iconografía religiosa, se beneficiaron con una obra de restauración por un equipo de especialistas que recuperaron los materiales y los colores originales.

La obra detuvo el proceso de deterioro de esta antigua misión colonial enclavada en los confines del sistema de afluentes del río San Pedro.
El poblado de Santa María de Cuevas, abandonado hoy por muchos de sus pobladores, que se fueron a buscar suerte en los Estados Unidos, es una población que sobrevive con actividades marginales de agricultura y ganadería. Aunque la región sobrevivió 12 años consecutivos de sequía hasta el 2008, la economía no se ha podido recuperar. La elaboración de quesos rancheros durante la temporada de lluvias, que es una tradición aquí de toda la vida, apenas se realiza en una media decena de las casas del poblado, y las pocas amas de casa que se aventuran a la factura de estos quesos tradicionales, hicieron, los hacen apenas en número restringido para el autoconsumo.

En domingo, el templo majestuoso en su nueva y recién recobrada dignidad, se quedó solo después de la misa. En Santa María de Cuevas, nadie atiende al turismo que llega a admirar la joya arquitectónica, y las explicaciones se las tiene que buscar cada quien por su cuenta, porque no hay una estructura para atender a los ocasionales turistas que llegan atraídos por la fama de la antigua misión.

El proyecto "Misión de Santa María de Cuevas: una Misión para Chihuahua", impulsado por la asociación civil Misiones Coloniales de Chihuahua, fue un ejercicio multidisciplinario. La obra logró reunir a historiadores, restauradores, arquitectos y especialistas en diversas áreas del conocimiento, quienes articularon esfuerzos y experiencias.

En el camino, los estudiosos lograron un mayor entendimiento de la realidad del pasado virreinal de esta zona apartada de la Nueva España.

LA MISIÓN

La investigación para el proyecto permitió descubrir que la misión de Santa María de Cuevas "es una joya que destaca en la sobria llanura". Se trata, sin duda, de un templo pensado y deseado, lo que se refleja en cada elemento arquitectónico y decorativo.

La Asunción de Santa María de Cuevas fue fundada como misión visita de San Francisco Xavier de Satevó en 1678 por la Compañía de Jesús (jesuitas). De San Francisco de Borja, en 1696, llegó a Santa María el siciliano Luis Mancuso, y la convirtió en cabecera, con dos visitas: Santa Rosalía de Cuevas y San Lorenzo, hoy Belisario Domínguez.

Aparentemente, Mancuso fue el autor de la decoración interior de la iglesia.

El jesuita transformó la arquitectura original del templo, cuadrada y sobria, en una esfera tridimensional donde los muros y el maravilloso entablado superior, único por su sistema constructivo, son el soporte de un relato religioso mediante símbolos y elementos decorativos. El tema principal es, pues, la Asunción de la Virgen.

LA DIMENSIÓN DE LA PINTURA

Al entrar al templo, el entablado del techo muestra, al centro, ocho símbolos representativos de la Inmaculada Virgen María, con elementos botánicos simétricos y repetitivos que tachonan la superficie.

El sistema constructivo es único en la Nueva España: está conformado por 52 vigas, habiendo entre una y otra, tabletas de madera que por lo general mantienen una forma cuadrada, aunque de tamaños desiguales. De acuerdo a esta variante, hay de 18 a 27 tabletas por línea. Esto hace un dibujo en toda la superficie de líneas lisas y fraccionadas que se van repitiendo consecutivamente del coro al presbiterio.

Como resultado de la investigación histórica que se hizo para entender el mensaje de las pinturas en el techo, se concluye:

"En el entablado superior o mundo celestial están los ocho símbolos marianos sobre un fondo de nubes circulares enmarcadas por cuadrados y rombos. Estos últimos, rodeados por cuatro flores rojas a cada extremo que con sus hojas frondosas en tonos ocres, logran que el rombo complete sus cuatro extremos con las proporciones del rectángulo áureo del matemático y arquitecto renacentista Leonardo de Fibonacci. De esta forma, se observa una continuidad sobre la franja central manteniendo homogeneidad con los cuadrados. Los símbolos contenidos en dichos cuadrados fueron tallados en relieve por piezas separadas, mientras que los símbolos que están en los rombos fueron pintados alrededor de un círculo que los hace resaltar por el fondo de nubes".

Esta joya se encuentra a 119 kilómetros de la ciudad de Chihuahua, en espera de ser descubierta.