A toda marcha, el Centro Cultural y Educativo de Punta Oriente

**Aquí se aloja la Escuela Primaria de Nueva Creación que ha sido desde hace tres años un orgullo y un símbolo de lucha por la educación para los habitantes de la zona oriente.


A toda marcha, el Centro Cultural y Educativo de Punta Oriente

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2020, 07:34 am

Chihuahua, Chih.- Sus enormes edificios blancos, terminados ya en la obra negra pero con acabados y pintura, se ven imponentes en el conjunto, y hablan de una grandeza que empezó pero que no termina todavía de mostrar toda su magnificencia.

Noel González Jiménez, director del Centro Cultural y Educativo Punta Oriente, invitó a los chihuahuenses, pero sobre todo a los habitantes de la zona oriente de esta capital, a que conozcan e inscriban a sus hijos en las escuelas de diversos niveles que comparten sus instalaciones en este importante Centro.

Acá están la Primaria de Nueva Creación, la preparatoria con modalidad de 2 años, y la Universidad de Punta Oriente que ofrece 3 carreras.

Al mismo tiempo, el catedrático anunció que para el mes de agosto se podrá ofrecer un CECYT con bachillerato y tres carreras técnicas, además de una escuela secundaria. Aunque el Centro Cultural y Educativo Punta Oriente estaba destinado por el Movimiento Antorchista, hace tres años, para constituirse solamente como un albergue estudiantil preferentemente para los jóvenes que provienen de la Sierra y que en sus lugares de origen no contaran con recursos para proseguir estudios, ahora no sólo se conserva esta vital función de este complejo de edificios, sino que la realidad socioeconómica que circunda a la institución impuso un cambio y una ampliación de los propósitos iniciales.

Ubicado en una zona que ha estado en situación de marginación a pesar de que se trata de fraccionamientos de interés social estrictamente planificados en el papel, este conjunto educativo y cultural se ha venido transformando en un aglutinador de esfuerzos por salir de esa marginación. No hay acá casitas de cartón ni mucho menos, sino viviendas de material en calles con traza urbana que han sido pobladas de manera muy lenta. En Punta Oriente y en todos los fraccionamientos circundantes, el principal problema han sido el olvido y la apatía de los gobiernos para atenderlos.

La lejanía con el centro de la ciudad fue durante años una limitante para que los contratantes de créditos para vivienda se decidieran a venir a vivir acá. Se agrega la inseguridad galopante que propició, por ejemplo, que prácticamente todos los comercios y todas las tienditas de barrio fueran asaltadas y vandalizadas, y que muchas cerraran durante aquellos primeros aciagos años desde la fundación. Y aunque la deprimente visión de las casitas abandonadas, pintarrajeadas, llenas de yerbajos y de basura, y despojadas de todo equipamiento sigue siendo un problema hoy en día, ya es menor, porque la gente ha venido asentándose y se vive en un mejor ambiente, con un pujante comercio y con las rutas de camión urbano trabajando de manera regular. Las cosas han ido mejorando, pero estas familias siguen desatendidas por las autoridades, que hacen poco caso al deterioro de la infraestructura urbana y al desarrollo social en general.

Fue precisamente el abandono educativo el que obligó a los padres de familia en Punta Naranjos a iniciar con el funcionamiento de una escuela primaria con propios recursos, en una casa que les fue prestada, con profesores que se ofrecieron a dar clases sin recibir sueldo alguno, ya que los niños se quedaban sin educación al no existir cupo en las escuelas que ya funcionaban y que estaban al tope en su matrícula. El número inicial de una decena de niños inscritos creció hasta más de 200, y fue cuando se tomó la decisión de trasladar la sede hacia el Albergue Cultural en Punta Oriente, para lo cual los padres de familia iniciales de Punta Naranjos se organizaron para contratar un camión que llevara a los niños a las nuevas instalaciones. “Ahí fue cuando se nos amplió la visión, y cuando se decidió incluir la preparatoria y la Universidad, y dejar el albergue, que abrirá próximamente, junto con sus instalaciones habitacionales, deportivas y culturales, para crear un centro que abarque todas las expresiones deportivas y culturales, y servir mejor a la comunidad en la que está inmerso el Centro Cultural y Educativo”.

El complejo cultural constará, al final, de 5 mil metros cuadrados de construcción, así como de un terreno preparado para seguir construyendo. Cuenta con: dormitorios con servicio sanitario, un auditorio y espacios para actividades artísticas, comedor comunitario y bodega, todo lo cual deberá dotarse con el debido equipamiento para que entre en funciones; habrá asimismo cuarto de aulas con servicio sanitario, cancha de usos múltiples, área de jardineras, estacionamiento pavimentado, caseta de vigilancia, cuarto de máquinas, banquetas, guarniciones y malla perimetral.