Surgen misteriosas grietas con las lluvias en Janos, Chihuahua

**En la comunidad de Monteverde, se ven enormes y profundas grietas, que en algunos casos alcanzan hasta cerca de dos metros y medio de profundidad.


Surgen misteriosas grietas con las lluvias en Janos, Chihuahua

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2014, 10:33 am

Janos, Chihuahua.- La tierra se abrió como por arte de magia. Atónitos, habitantes de la comunidad ejidal de Monteverde, se encontraron enormes y profundas grietas en las calles de acceso, que en algunos casos alcanzaban hasta cerca de dos metros y medio de profundidad y en algunos puntos incluso al menos un par de ancho, y que surgieron luego de un torrencial aguacero que azotó la madrugada del viernes esta zona del municipio.

El tempestuoso aluvión, acompañado por potentes descargas eléctricas mantuvo en vilo por espacio de unas cuatro horas durante la madrugada del viernes a los varios centenares de habitantes de la población rural enclavada a unos 45 kilómetros de la cabecera municipal a la cual se llega a través de un camino de asfalto mejorado de 25 kilómetros y 18 de terracería.

“Parecía que el cielo se nos iba a caer encima”, dijeron varios de los lugareños.

El primero en darse cuenta de lo que pasó, fue un vecino que apenas y escampó la lluvia, a eso de las cinco de la mañana, salió en su vehículo para supervisar su labor de frijol y cayó en la abertura sobre el camino.

Ya con la luz del sol, y una vez que la noticia corrió como reguero de pólvora en la comunidad, niños, jóvenes y adultos, salieron a la calle y pasmados observaron a lo largo de unos cien metros de la segunda arteria de terracería del poblado (según se llega a la población, procedente ya sea de Janos, de las Virginas o de Pancho Villa) la grieta.

De hecho la fisura alcanzó una propiedad de Jorge Sotelo, quien señaló que el rodapié de cemento que circunda el terreno en el que habitan jornaleros agrícolas migrantes oriundos del estado de Guerrero, se fracturó.

Justo en el centro del camino de acceso, la resquebrajadura, se ramifica en tres puntos: por el oriente se extiende unos 300 metros zigzagueante entre los mezquites y por el sur la hendidura cruza la primera calle y se prolonga a una distancia quizá triple que la anterior y continua hacia terrenos del Rancho de los Gavilondo. Hacia el norte son unos cien metros y llega precisamente a la propiedad de Jorge Sotelo.

“Yo tengo más de 40 años viviendo aquí, y nunca había visto algo como esto”, dice Román Gutiérrez, un hombre ya entrado en años, de tez morena y calzado con huaraches y lo secundan otros vecinos suyos del poblado.

El asombro es evidente, con todo y que ya han pasado más de 36 horas de que se descubriera la grieta en sus tres ramificaciones y prácticamente “ya todo mundo” en Monteverde la ha curioseado, incluso rancheros de los alrededores y hasta habitantes menonitas de la población vecina de Las Virginias.

“Ayer (viernes) estaba más grande y honda. El agua del camino caía al agujero y nunca se llenó. Nomás se oía que zumbaba por adentro. Quien sabe a donde se fue tanta agua”, comentan los vecinos.

El presidente municipal Rubén Parra Rentería, el director de Obras Públicas Martín Guzmán Rentería y el titular de Cultura y Turismo Luis Mario Madrid Jáquez, ayer por la mañana efectuaron un recorrido de inspección.

El torrencial aguacero, que unos dicen fue de por lo menos dos pulgadas (poco más de 50 milímetros), generó además otros inconvenientes en la población.

“Encharcó todas las calles. Es más, no había paso ni siquiera para el panteón. Iban a enterrar a un niño que se murió, y mejor tuvieron que llevarlo a sepultar a Janos”, le explican varios habitantes de la comunidad al mandatario municipal después de intercambiar los consabidos saludos.

En un sector de la población, la tierra remojada se hundió y se asentó la zanja de la línea del drenaje.

Personal de Protección Civil con apoyo de agentes de la Policía Municipal colocaron cintas amarillas para cerrar el tráfico en las calles donde se presentaron hundimientos de la zanja del drenaje y donde la tierra se abrió, a fin de prevenir a los conductores y evitar accidentes.

Y, entonces, el alcalde recibe una información más relacionada con la sorpresiva abertura de la tierra: “También allá por donde vive Quique Mancinas, atrás de los corrales la tierra se abrió”, así que Rubén Parra Rentería, los dos funcionarios y algunos de los vecinos se dirigen al norte del pobladorural.

Efectivamente, una fisura en el terreno se observa a partir del terreno de la última casa de ese sector de la comunidad, y conforme se avanza entre los mezquites se detectan puntos cuya profundidad alcanzan al menos los dos metros y medio.

¿Qué fue lo que pasó?, es la pregunta que se hacen una y otra vez.

Nuevas personas se acercan cuando al pasar en sus vehículos por el otro camino que comunica al Ejido Monteverde y la comunidad menonita de Las Virginas observan al presidente municipal Rubén Parra Rentería, a los dos funcionarios, y a los vecinos de la comunidad entre los mezquites siguiendo la huella de la fisura en la tierra.

Un comentario, que de momento pareció intrascendente y cuyo origen se remonta a unas cuatro semanas atrás (entre la noche del sábado 28 y la madrugada del domingo 29 de junio), pareciera que arroja una luz de entendimiento al sorpresivo acontecimiento que el torrencial aguacero del pasado viernes dejó al descubierto.

“Aquella noche había un baile y de pronto sentimos como si la tierra se moviera”.

Enseguida, cada uno cuenta a su manera lo que sintió, lo que algún familiar percibió o lo que un conocido apreció en aquel entonces y lo encadena al violento chubasco para darle una lógica explicación al fenómeno geológico que ha generado preocupación a la autoridad municipal.

“Hace unas dos semanas venía a caballo y de pronto observé la grieta, pero no le di mucha importancia porque no estaba tan grande y apenas se veía”, señala uno de ellos.

El sábado 28 de junio, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), a las 23 horas con 59 minutos y 34 segundos, se registró un temblor de 5.8 grados en la escala de Richter con epicentro en la frontera entre los estados de Nuevo México y Arizona.

El sismo llegó a sentirse en Juárez y El Paso, al igual que en el municipio de Ascensión y según lo expresado, ayer por los pobladores de esta comunidad, también aquí.

“Estamos preocupados”, dijo el alcalde Rubén Parra Rentería, quien enseguida agregó: “No sabemos que pueda pasar si continúa lloviendo y el alcance que pudiera tener este suceso”.

Señaló que a través de la Unidad de Protección Civil del Municipio se hizo contacto con la dependencia similar en ciudad Juárez para notificar el acontecimiento y la respuesta fue en el sentido que en el transcurso de la semana entrante se enviaría a personal especializado para investigar.

Por lo pronto, se realizan trabajos preventivos de señalización e información con el objetivo de evitar se registre algún percance que pudiera poner en riesgo la vida de algún habitante de la comunidad.

(José Miranda Madrid/ El Diario)