Sufren sobreexplotación, diez acuíferos de Chihuahua

**Tres de esos acuíferos se encuentran en los alrededores de la capital: El Sáuz-Encinillas, Chihuahua-Sacramento y Tabalaopa-Aldama, y se utilizan para el suministro de agua potable.

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2013, 10:52 am

Chihuahua.- Ni las lluvias abundantes de la pasada temporada pudieron hacer que se recuperaran los niveles de los mantos freáticos, y por ello 10 acuíferos de la entidad se encuentran con altos índices de sobreexplotación.

En un estudio de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), corroborado por organismos civiles, se alcanzan niveles de sobreexplotación hasta de un 90 por ciento por encima de la extracción recomendable de agua.

Tres de esos acuíferos se encuentran en los alrededores de esta capital: El Sáuz-Encinillas, Chihuahua-Sacramento y Tabalaopa-Aldama, y los tres se utilizan para el suministro de agua potable.

La Conagua considera que un acuífero está sobreexplotado cuando la extracción es superior a la recarga, al menos en un 10 por ciento.

En lenguaje más sencillo, los ingenieros dicen que hay sobreexplotación cuando a un depósito subterráneo se le saca más agua de la que le entra con la lluvia que escurre al suelo.

En el caso de los acuíferos de Chihuahua, la sobreexplotación -o sea, la extracción excesiva-, es como sigue:

– Acuífero Ascensión: 45 por ciento de sobreexplotación (índice: 1.45)

– El acuífero de la Baja Babícora tiene un 48 por ciento de sobreexplotación.

– El de Buenaventura, un 30 por ciento.

– El de Cuauhtémoc sufre de un 36 por ciento de sobreexplotación.

– El de Casas Grandes, un 11 por ciento.

– El de El Sáuz-Encinillas, un 11 por ciento también.

– El caso más grave en la entidad es el del acuífero Chihuahua-Sacramento, con un 90 por ciento de sobreexplotación.

– El de Jiménez-Camargo muestra un 43 por ciento de sobreexplotación.

– El acuífero Parral-Valle del Verano, tiene un índice de 18 por ciento.

– Y el Tabalaopa-Aldama, un 19 por ciento de sobreexplotación.

Los acuíferos de Cuauhtémoc, Namiquipa, Nuevo Casas Grandes, Janos y Ascensión, se encuentran severamente sobreexplotados, según un informe brindado por los Comités Técnicos de Aguas Subterráneas (Cotas). En dicho estudio se señala que el acuífero de Janos-Ascensión es el que más ha sufrido deterioro por el uso indiscriminado del agua en las colonias menonitas de esa región.

Para explicar el sobreuso de esta fuente, Mario Caballero, integrante del Cotas de esa región, explicó que la superficie total del acuífero es de dos mil 888 kilómetros cuadrados, y que existen ahí mil 144 pozos distribuidos en el mismo. Esto da un pozo por cada dos kilómetros y medio.

Por su parte, el presidente de ese Comité en Ascensión, Carlos Ramírez, detalló que de esos mil 144 pozos, 512 pertenecen a menonitas, los que utilizan para regar los cultivos de 22 mil hectáreas, en tanto que 356 pozos que utilizan los campesinos de Ascensión sirven para regar más de 18 mil hectáreas.

Denunció que, desde el punto de vista legal, solamente 243 pozos de los menonitas cuentan con título, y el resto -alrededor de 269- no tiene título, ni tiene trámite, y que aún así funcionan.

En relación al caso de deterioro más grave, el del acuífero Chihuahua-Sacramento, el geólogo Ignacio Reyes Cortés sostiene que el suministro del agua en la ciudad de Chihuahua en general se da en ausencia de planeación.

Reyes Cortés sostiene que la gran deficiencia que existe en el surtido de agua potable en la ciudad, está en la falta de una administración eficiente del líquido, así como en la falta de una planeación estratégica de largo alcance.

Mientras que la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (Jmas) sostiene que el desarrollo industrial y habitacional del sur de la ciudad están sustentados con la puesta en marcha de seis nuevos pozos profundos, el geólogo asegura en cambio que las autoridades carecen de un estudio científico que indique sin lugar a dudas que sí exista el agua suficiente.

Y de ahí derivan los problemas de sobreexplotación.