Someten 12 municipales a familia con brutal violencia

**Golpearon y gasearon a todos, se llevaron a la familia completa a la cárcel y en el forcejeo golpearon en la cabeza a un bebé de tan sólo 9 meses de edad.

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2014, 22:08 pm

Chihuahua.- El miércoles 23 de abril por la mañana, José Ignacio Valencia tuvo un problema intrafamiliar con su esposa Ruth Iveth Valdenea, al interior de su domicilio en las calles Sierra San Miguel y Sierra San Carlos, en la colonia Sierra Azul al oriente de la ciudad de Chihuahua.

La discusión fue subiendo de tono a tal nivel que Ruth Iveth, decidió hablar a la policía municipal para que hicieran que se retirara de su casa su esposo, pero los policías municipales de inmediato lo sometieron violentamente golpeándolo de manera exagerada y asfixiándolo.

Sus dos hijos Bryan de 18 años y Joan de 17, salieron en defensa de su padre pero también fueron sometidos y golpeados por los efectivos policiacos, con el uso de las macanas y un liquido azul que les arrojaron en los ojos.

La madre de familia al observar el trato hacía su esposo y sus hijos, trató de detener la agresión por lo que también fue sometida y golpeada, los policías ingresaron al domicilio donde causaron destrozos y en el forcejeo golpearon en la cabeza a un bebé de tan sólo 9 meses de edad.

El policía municipal que encabezaba el comando de 12 guardianes del orden, amenazó a la mujer con matarle a sus hijos, sembrarles drogas y armas, además de darles un levantón en caso de que denunciaran los hechos a las autoridades o medios de comunicación.

Toda la familia fue llevada a la comandancia de la policía municipal en la zona sur, ahí el padre de familia fue golpeado y torturado sicológicamente por los policías municipales, quienes hicieron con sus patrullas una especie de corral para que no quedara video grabada la escena por las cámaras de seguridad.

La golpiza fue tal que le reventaron uno de los tímpanos del oído, según dictamen de un médico legista de la Fiscalía Zona Centro a donde fueron consignados y donde tuvieron que pagar una fianza de 1500 pesos cada para recuperar su libertad.

Tanto José Ignacio como Ruth Iveth, responsabilizan a los policías municipales que los privaron de su libertad, golpearon y torturaron, de cualquier agresión que sufran en un futuro ya que los amenazaron de muerte.