Se manifestaron en Santa Eulalia contra boicot del alcalde

**Acusan a Juan Hernández de que mandó romper los candados del templo católico para colocar los juegos pirotécnicos del Grito de Independencia. Y dicen que tapa el acceso a los fieles de manera cotidiana.


Se manifestaron en Santa Eulalia contra boicot del alcalde

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2013, 06:56 am

Alrededor de cincuenta habitantes de Santa Eulalia, se manifestaron este domingo contra el presidente municipal de la comunidad, Juan Hernández, por acciones de boicot contra la libertad religiosa desde hace cinco meses sin que haya atendido las demandas, denunciaron.

Según los manifestantes, todo inició con el rompimiento de los candados de la iglesia de Santa Eulalia para la colocación de los juegos pirotécnicos el 15 de septiembre como tradicionalmente se hace; sin embargo, dijeron que el año pasado no se pidió permiso, se introdujeron de forma arbitraria al templo y dañaron el frente del inmueble.

Además de esto, desde hace cinco meses ha ordenado la colocación de una patrulla en la calle principal del poblado –entrando desde Chihuahua- que conduce a la iglesia, molestando con ello a las personas que acuden desde la capital a la celebración eucarística en punto de las 12:30 horas.

“La cuestión es que cada ocho días nos cierra la calle porque hay una situación de mala relación de la iglesia con el presidente… es incongruente porque promueve a Santa Eulalia como pueblo mágico pero coloca patrullas para impedir el paso”, dijo Armando Ángeles Rojo, quien dijo que en días pasados, incluso fue colocada una malla ciclónica que impedía el paso de arriba hacia abajo.

Cabe destacar que en la iglesia de Santa Eulalia se celebran dos misas: de las 8 de la mañana y a las 12:30 horas; a la primera, tradicionalmente acuden personas del poblado y a la otra, gente de la capital acude, pero se han visto molestadas porque la gente con andadores o sillas de ruedas han sido impedidos para acercarse hasta el frente del inmueble sacro.

Corina Hernández Ángeles, dijo que la situación ya se había hablado con Juan Hernández, edil de Santa Eulalia, pero no dio solución al problema, que se agravó con el impedimento del paso del sacerdote que oficia las misas este domingo 10 de febrero.

“Hace 5 semanas desde las 7 de la mañana está bloqueada la calle para el acceso a las familias que vienen a las 8 de la mañana a misa, hoy (ayer) no dejaban subir al padre con su camioneta a dar la misa, por eso nos juntamos quitaran la patrulla de la vialidad, es una mala administración”, externó.

Entrevistado por El Diario de Chihuahua a bordo de su camioneta mientras escuchaba las demandas ciudadanos, Juan Hernández, edil en cuestión, se limitó a decir que durante la semana se dará solución a los problemas, prometiendo a los habitantes que no volvería a pasar en cuanto al cierre de la calle.

Al respecto, el párroco de Santa Eulalia, Armando Guadalupe Sánchez Jurado, adjudicó a esta situación como fallas en la comunicación entre la iglesia y la administración municipal. En cuanto a los daños al inmueble sacro, dijo que canalizó el caso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quien realizará acciones para el cuidado del patrimonio de la nación.

El presbítero reconoció que se ha cerrado la calle haya o no haya eventos y sí se ha impedido el paso hacia el templo, pero que se ha tenido contacto con las autoridades para platicar de la situación y descartó la existencia de problemas contra su persona o contra la iglesia católica.

“Me dicen que el policía es nuevo y no me conocía y no me dejaba pasar tuve una dificultad pero ya me dejaron pasar al rato, me dijeron que el policía era nuevo fue la disculpa que me dieron”, externó el sacerdote respecto al impedimento para llegar al templo la mañana de este domingo.

Los habitantes de Santa Eulalia piden la intervención de las autoridades estatales y “que volteen a nuestro pueblo, tenemos un dictadorcillo, es el municipio más cercano a la capital y parece que estamos allá, en los límites de Sonora y Sinaloa, estamos viviendo una administración muy mala y muy arbitraria”, concluyeron.